Destrucción.

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El fin a llegado, una mujer tomo el lado del camino donde tendrá que caminar sobre espinas.

Tendrá que ser observada por ojos llenos de lágrimas.

Olvidará quien fue alguna vez, todo por él.

¿alguna vez pensé que mi vida terminaría así?

Me encontraba en las calles vagando, es ya muy tarde me dije, tengo que darme prisa.

Llegué a donde la mujer que alguna vez Saimon amo vivía, ella dormía con su gran ventana abierta lo que me dio más posibilidades de hacer lo que debía hacer, esto terminará rapido no te preocupes me dije con lágrimas en mis ojos.

Trepe un árbol que se encontraba muy apegado de su ventana y entre.

Días antes me enteré que estaba comprometida, ella tenía una vida feliz por delante.

Pase por su ventana cuidadosamente y me pare en frente.

Tenía padres que la amaban, todos estaban muy emocionados por su boda, nadie esperaría esto.

La mire por última vez y solté mi ultimo suspiro.

Ella era una joven muy hermosa, jamás la conocí, me alegra no haberlo hecho.

Tome su cuello y la apuñale en su tórax.

Saimon creía que yo estaría preparándome para su despedida, que yo estaria en sus últimos momentos de vida, ya que solo faltaban algunos días.

Cuando la joven intento gritar introduci un líquido que yo misma había preparado.

Recordé por última vez la familia que tenía, los amigos que me rodeaban, la sonrisa de Saimon que todos los días me dio sabiendo que yo lo amaba tanto.

La joven calló inmóvil, termine de darle las últimas puñaladas en sus puntos vitales, mientras veía como sufría, como derramaba lágrimas, como no podía pedir ayuda, como moría poco a poco sin poner resistencia.

Con mi descarada cara le dije en sus últimos momentos

-lo lamento, por favor no me perdones, lamento mucho lo que estoy haciendo, pero......no quiero que Saimon muera.

-Saimon......perdóname.

La joven ya había muerto, un cuervo paso muy rápido por la ventana con unos ojos rojos, unos ojos que puede ver a pesar de su velocidad, eran mis cadenas que habían sido puestas en mi.

Salí cuidadosamente por la ventana, bajé por el árbol y corrí al bosque, corrí, corrí, me detuve por la gran sombra que observé frente a mis ojos.

-toma.

Me lanzo un frasco con un líquido color vino.

-debes dárselo ahora, ya que no le queda mucho tiempo.

Tomo mi rostro y me dio un besó, se fue con una sonrisa malévola diciéndome

-esa es tu sentencia, quedas marcada por ser una persona que dañó al mundo. Adiós

Quede inmóvil observando el cielo oscuro, solté un grito de melancolía y me marché.

"Todo ha sido destruido, el mundo que jamás podré ver otra vez fue completamente destruido por mí"

El pajaro de la muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora