Saimon Cocks

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Después de pasar por momentos diferentes jamás creí que me volvería a enamorar, pero no quería que ella lo hiciera, ella era una joven con una mirada muy seria, una joven como de 19 años de edad, la conocí alguna vez cuando aún yo estaba vivo para el mundo, siempre fue una persona fria con grandes propósitos, uno de ellos era ser una reconocida científica de Londres y no importaba si salvará o no a muchas personas, fuiste una persona que me gustaba observar pero yo amaba a alguien más y ella me amaba, tu sin duda nunca mostraste interés en mí y eso no me importaba hasta que te conocí realmente. Entraste por una gran puerta de la casa donde hábito con un rostro lleno de seguridad, hablaste conmigo y hasta te interesarte en mí, no quería que tu me amaras ya que yo era un condenado, pero aun así no dudas te en quitarte tu máscara por mí y eso me hizo ver lo buena que podrías ser

Gracias.

Me dabas una linda sonrisa cada vez que venias a visitarme pero jamás puedo verla, siempre me decías que jamás habías conocido a alguien como yo y yo a alguien como tú. Tus visitas en los últimos meses fueron muy seguidas y eso me alegraba el día, no me preocupaba morir,si no despedirme de ti, tu tenias una vida larga y sueños que cumplir, jamás te cortaría las alas,no me convertiría en un cuervo.
Un día llegaste con unas flores que estaban afuera de la casa, dijiste que eran muy bellas y querías que yo las viera, fuiste la única persona que se quedo a mi lado a pesar de que yo moriría muy pronto.
Tu estabas tan triste una mañana y te dije que salieras un poco para distraer te, tu respuesta fue un no, dijiste que habrían fuegos artificiales y no podría verlos.
Tu eras la persona que espere toda mi vida y apareciste cuando mas te necesitaba, siempre te estaré agradecido.

-gracias por todo, por favor no sufras más.

Tu me miraste muy sorprendida, estuviste en silencio por unos segundos y me contestaste.

-no lo hago, se que mis sentimientos son tontos y que tú no sientes lo mismo, pero no me arrepiento de nada.

Te di la sonrisa mas grande que puede hacer en mi vida y te dije que yo sentía lo mismo pero moriría sin poder hacerte feliz, tu solo comenzaste a sollozar y me dijiste que me darias la cura en cuanto la tengas, yo solo te dije que no importaba si me salvarás sólo quería que no te esforzaras tanto.

"El sol lleva a nuestros corazones a una tumba donde tú no podrás entrar"

El pajaro de la muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora