Desdeño a aquélla mujer

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Las visitas han estado más frecuentes desde que nació el bebé,los vecinos traen regalos para Abbaddon,hay una mujer que habla muy bien con Saimon,no la quiero cerca de él.

-El bebé se ve bastante bien Saimon

-Si,será un niño fuerte y sano

-Tendra suerte que sea como su papá

-Sería bastante bueno que sea como su papá

-Es el esposo perfecto.

-Tienes mucha suerte,ten cuidado alguien podría robarte lo

-Saimon y yo nos amamos tanto, nuestro amor se volvió más fuerte con la llegada de Abbaddon.

-Jamas me alejaría de mi amada esposa y mi querido hijo

-Entonces tendré que secuestrarme a Abbaddon,jajaja

¡Que aborrecible mujer! Si no se mantiene alejada de Saimon la tendré que sacárla del juego.

¿Qué estoy pensando? No puedo matar a las personas por una simple mal interpretación

-Saimon,tienes unos bellos ojos

¡Aléjate! Esta tan cerca de Saimon,¡Aléjate o te mato!

-Creo que ya se te hizo muy tarde, deberías marcharte,las calles son muy peligrosas a estas horas.

-Si,tienes razón,nos vemos familia Cocks.

La acompañe hasta la puerta,no deje de mirar sus ojos en ningún momento,tenía una mirada calidad,mi mirada era fría y sin algún rastro de alegría,estaba en blanco.

-Gracias,nos veremos en la próxima visita.

-¡Si! Esperamos tu próxima visita, aunque esta fue la última.

Entre a la casa,le pedí a Saimon que llevara al bebé a la cama que ya era hora de su siesta y que volvería un poco tarde ya que tenía unos pendientes.

-¿No es un poco tarde ya?

-¡Quedamos con la señora a esta hora! No te preocupes volveré pronto,te amo.

-¡Ten cuidado!¡También te amo!

Salí de mi hogar buscando bruscamente a esa desesperante mujer,a lo lejos la ví,estaba platicando con otra mujer.

-Esperare hasta que terminen.

Un largo rato pasó,ella estaba entrando por un callejón, tomé el cuchillo que compré en un evento de día de brujas, bastante imponente en este momento.

-Quieta.

Me abalancé a su cuello,tomándola por sorpresa,giro un poco la cabeza,observó los ojos vacíos que tenía en esos momentos, intento decir algo pero la interrumpí.

- Mantén tu boca serrada o te mato.

-No quiero volverte a ver cerca de Saimon y yo me encargaré de que lo cumplas.

Pasé el lúgubre cuchillo sobre su garganta, dejándola derrumbarse en el suelo,su desesperación por tratar de gritar y huir fue un gozo para mí retorcido corazón.

-Tu presencia nunca fue bienvenida en mi hogar.

"Una nebulosa agonía mostraba su rostro tan puro que solía tener"

El pajaro de la muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora