A por la varita

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La noche cayó en Auradon y las chicas se fueron al ver el dormitorio de los chicos. Mal al entrar solo sonrió e Evie igual. Carlos estaba jugando un videojuego  mientra Jay estaba mirando lo que había robado.

-Jay, qué haces?-dijo Mal yéndose donde Jay que estaba con una computadora en la mano.

-Se llama robar, es como comprar cosas pero sin pagar-dijo Jay mostrando todo lo que había robado.

-Esperen un minuto- dijo Chad gritando exaltado-ese no es mi nuevo celular?

-Cuidado con Jay, novato-le respondió Evie que ya no le interesaba como en un principio.

-Ok-dijo Mal agarrando un celular- que te parece si dejas esto como esta y lo haces cuando conquistemos el mundo.

-Ey!- dijo Chad molesto- estás maltratando a mi celular. Es nuevo.

-Suenas igual a tu madre-dijo Evie un poco irritada por la actitud de Mal.

-En serio?-dijo Mal que no parecía para nada fastidiada con eso.

-De tal palo, tal astilla-dijo Maléfica mientras inflaba el pecho orgullosa- estoy tan mnh... cómo se dice eso. Así! orgullosa de haber criado una hija como tú, Mal.

-Mamá, estás bien?-le dijo Mal un poco asustada a su madre por su comportamiento inusual.

-Tú hazlo a tu modo, y yo lo haré al mío-dijo Jay yéndose hacia la mesa mientras Mal lo seguía.

-Jay ven a ver esto, es increíble-dijo Carlos dándole el mando a Jay que lo agarró y empezó a jugar.

-Ahh! Uh!-dijo Jay mientras jugaba, parecía que le estaba yendo muy bien.

Todos los chicos en la sala de cine estaban impresionados de cómo Jay jugaba.

-Vaya Jay, eres muy bueno en ese juego-dijo Ben- en qué nivel estás?

-Qué nivel?-preguntó Jay un poco confundido. Él jamás había jugado algo que requería niveles.

Ben estaba un poco apenado por haberse olvidado de la situación de Jay por un instante. Él no tenía la culpa de haber crecido en esa Isla, la culpa era la de personas cegadas por el odio y la venganza que solo querían hacer lo mismo a las personas que estaban involucradas en su dolor.

-Chicos-dijo Mal un poco molesta- acaso no se acuerdan de por qué estamos aquí?

-Hada Madrina bla, bla, bla. Varita mágica bla, bla, bla-dijo Jay que seguía jugando mientras que los demás reían, excepto Mal.

-Esta es nuestra oportunidad de probarnos ante nuestros padres-dijo Mal haciendo que todos se giren a mirarla- de probarles que somos malos, despiadados, inhumanos y crueles, si?

-Sí-respondieron todos a la vez.

  -Oh, pobres-dijo Hades- viven con miedo, cómo se les ocurre hacer eso?

-Eso no es de tu incumbencia, simple mortal-dijo Maléfica que ya avisaba otra pelea.

-No, por favor!-dijo Primavera irritada- no debimos traer a tanta gente, no debimos traer a tanta gente. Estas hadas de mi costado están locas. Debí quedarme como una planta.

Maléfica recuerda ese día, uno de los días más felices de su vida, sin duda. Había visto a su bestia casarse y a la reina "vieja bruja" convertirse en cabra. Lástima que todo haya acabado unos días después cuando ella decidió irse pero la inusual aparición de la reina Leah, que se creía muerta, hizo que ella tomara otra decisión y que le borrara la memoria a todos reemplazándolos con otros para explicar lo que pasó. Los únicos que sabían la verdad eran Diaval y ella.

¡Viendo el futuro!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora