¡Viendo el futuro!

Tan rápido pasó el día?!?!

Pausan la película.

— ¡¡¡Eh!!! — exclamaron todos disgustados de que Primavera pausara la película por trigésima vez.

— ¡¡¡Cállense!!! — dijo ya cansada el hada azul — Hemos pausa...

— Has — dijeron Flora y Fauna —. A nosotras no nos metas en este tema, Azul.

— ¡Agh! He pausado la película porque ya es como la una de la mañana.

— ¡¿¡Qué?!?! — dijeron todos mientras miraban la hora en su celular mientras soltaban otro grito.

— Claro, ahora todo lo ven por esa cosa del demonio, ¿no? Ya nadie utiliza reloj — dijo Primavera.

Todos estaban en estado de shock, ¿cómo el día había pasado tan rápido? Ni siquiera llegaron a ver la primera película.

— Sí, tanto cuchicheo, tanta mierda. De que la Mal, de que la Ben, de que la Jay, de que la Evie, de la Carlos, de que la nerd de Doug, ¡de que la todo! Ya me cansé de esto, ¡Demonios! — dijo Primavera molesta y risueña a la vez.

— Eh... Primavera ¡Se suponía que esta historia iba a ser tipo family friendly! Deja de decir groserías — dijo Fauna regañándola.

— ¿Qué? Si va a ser sin groserías mejor me voy — dijeron la mayor parte de los presentes, incluyendo la Bestia.

— Verdad... perdón. Okey, les vamos a decir sus respectivas habitaciones, por favor escuchen con atención — dijo la hada más seria de lo normal lo cual preocupó a la gente — Las habitaciones son grandes, así que un montón de personas van a estar en una. Eso sí, por favor no hagan nada que las otras personas no quieran escuchar. No es para nada agradable estar escuchando...

— ¿Por qué estás hablando muy correctamente? — preguntaron casi todos los presentes demasiados confundidos por el trato de Primavera hacia ellos.

— No querían su Familia Freddy, ¡pues aquí esta! — dijo Primavera que se notaba que estaba cansada —. Ahora sí, ¡cállense y escuchen! Si no lo hacen me voy a quedar dormida aquí, mi cama va a ser Flora, mi almohada va a ser Fauna y ustedes van a tener que soportar mis ronquidos así que les recomiendo que hagan esto rápido.

— Ok — respondieron todos con la cabeza agachada, Primavera podía ser muy intimidante cuando tenía sueño. Según ella, dormir era la actividad más importante del día.

— La generación Z, ósea la mía...

— Por favor no te engañes — dijeron sus dos compañeras hadas al unísono.

— Cómo sea. Mal, Evie, Jay y Carlos dormirán en la primera. Ben, la nerd, Lonnie y Jane dormirán en la segunda. Uma, Gil, Harry, Celia y la mareada dormirán en la tercera. Y ¡agh! Ya me cansé. En este papel dice todo. Obvio a nosotras nos darán una habitación propia y lo mismo con los villanos porque si no nos matan y con la realeza porque ellos son los que pagan.

— ¿Pero esto no es magia? — preguntó Carlos confundido.

— Sí, pero nos pagan a nosotras. Así que, callados nomás — dijo Primavera en un intento de susurro.

— Pero yo no tengo sueño — dijo Chad como un niño pequeño logrando hacer que todos los presentes, hasta los más jóvenes, rodaran los ojos cansados.

— Bueno en ese caso, Mi querido Chad. Te quedas callado, te vas a tu habitación con los pobres de tus compañeros y si tanto no puedes dormir, llama a tu mamá para que te cante una canción de cuna como un bebé. Y no me digas que eso no es una costumbre entre ustedes hasta ahora, niñato. Yo me entero de todo — dijo Primavera ya cansada de la actitud del chico, estar todo el día con Chad molestando no era fácil...