Mirando el ocaso frente a mi ventana esperando a que anocheciera, mientras bajo la mirada me encuentro con tus ojos los cuales me hacés dar un brinquito.
Regresó a ver donde tú estabas. Pero esta vez estás acompañado, midoriya te miraba con ojos de entusiasmo como siempre, pero no sé porque iniciaron una pelea repartiéndose golpes uno a uno. Sin saber lo que estaba pasando decidí seguir viendo aquella pelea cuando me di cuenta de que no era una pelea sino una especie de entrenamiento.
Le estabas ayudando a midoriya entrenar, igual que a mí me ayudas sin embargo algo había muy diferente en eso lo golpearas como si quisieras golpearlo, lo golpeabas con una mirada tranquila pero con los ojos hechos furia, aquellos golpes eran de odio pero a la vez de amistad. Tú mismo sabes que lo estabas haciendo fuerte cada golpe que dabas lo aguantaba cada vez más y más.
Jamás haber entrenado así conmigo siempre me golpeas con amistad y si me vas a golpear en serio siempre terminas arrepintiendote por cada golpe que me das, Acaso soy más débil que midoriya, acaso Bakugan bebé más débil que midoriya.
Jamás pensé que iban a volver a este tipo de pensamientos a mí, pero realmente acaso seré más débil, más débil que midoriya, bakugou o incluso todoroki. Acaso realmente me veo más débil que ellos.
Mi mirada se posó en el espejo viéndome frente a frente que más tenía que cambiar de mí, para poder llegar a ser fuerte. Aquellos mismos ojos que tenía la secundaria me dieron otra vez los ojos de inseguridad que siempre cargaba, me vi directamente en el espejo y como siempre pensé que era débil Jamás podré proteger a nadie si sigo así. En estos momentos lo único que podría hacer es entrenar.
Iba a llevar a mi cuerpo a un nivel superior que midoriya, aún así significaba un gran desafío.
5 días...
estaba cansado, completamente agotado, mi cuerpo sabe a fuerza de tanto en estos cinco días que realmente no quería pararme no quería pararme de la cama El sexto día, simplemente me puse el uniforme y decidí ese día no entrenar ni siquiera iba a tomar la clase de física.
Albero Bakugan todas las mañanas en esos cinco días nació ilusionarme más por culpa de eso mi cuerpo se cansa demasiado, entre más lo veo más lo deseo, cada vez que veo todo de realmente deseo lo deseo.
Finalmente me decidí a confesarme pero cómo iba a ser lo tenía demasiado miedo para hacerlo en una ocasión especial así que pensar en algo un poco cursi creo, Tal vez un ramo de flores y una cena, Aquí el problema es que las flores no creo que le gusten y la cena Pues no sé cocinar.
Solamente le daré un regalo sí es lo mejor que se me ha ocurrido.
Salí de mi habitación directamente a comprar algo para bakugou ya había guardado bastante dinero para eso, salí directamente al una tienda de peluches que vi. Un hermoso peluche de un tiburón azul gigante Me fascinó Así que los compré inmediatamente no sabía cómo ocultar era demasiado grande, Así que si trabajo fuera de las habitaciones para que viniera justamente donde yo estaba.
Esperé más de una hora tal vez estaba arreglando pero nunca pensé que se tardaría mucho muchos pensaron que me dejaron plantado, y tal vez será cierto no me quejaba quién quisiera estar conmigo. Pero justo en ese momento escuché su voz a lo lejos.
- ¡kirishima! - negrito un poco lejos pero sin embargo reconoció aquella voz. Jamás conocí a bakugou de tal forma, su vestimenta era simplemente increíble, unas bermudas cafés y una camiseta negra junto con un suéter Delgado sin botones color azul rey y unos tenis negros combinaba la perfección.
- y ese peluche pelos de mierda- preguntó sin más con una leve sonrisa ladina. - es para ti bakugou - confirme y se lo di directamente. - siempre cuando veo esta cosa me vas a recordarte- cuando dijo que las palabras mis ojos se hicieron grandes estaba demasiado alegre. - bakugou yo... bueno es que yo... Mmmm.... bueno Yo es que... tú me gustas- al fin pudo pronunciar aquellas palabras que tanto me había costado sin embargo mi cara estaba roja pero la suya, la suya parecía pálida. - kirishima ¿que acabas de decir?- me preguntó mirándome con aquellos ojos y esa cara tan pálida pensé que me iba a rechazar pero no me va acobardar ahora. - tú me gustas- mi voz era más firme de lo que habías ido antes. - lo estás diciendo en serio- un tono triste en aquella voz sólo de sus cuerdas vocales. - si bakugou tú me gustas- me confesó que aumentado un poco pero aún así me duele el pecho, levante la mirada para verlo cara a cara su cara estaba muy roja está muy sonrojado. - es que tú... tú también me gusta pelos de mierda- su cara estaba Roja La estaba escondiendo con aquel peluche que te le di.
Retira El peluche de sus manos dejándome una pequeña parte de su cachete Y en esa zona le dio un pequeño beso, lo cual respondió el con otro beso de piquito Pero en la boca, jamás pensé que fuera tan romántico en esa forma e inocente.
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Eso es todo si quieren una segunda parte de este capítulo Bueno solamente Comenten y intentar hacerla.
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