Siempre me causas problemas.

1.5K 185 38
                                    

Narra Mikasa

Estiré mis brazos aún acostada y casi dormida en la cama; talle mis ojos y miré al techo, la fachada de este era de un color gris claro que a diferencia de la habitación de mi dormitorio es color blanco.

Me levanté de golpe y sentí una punzada en mi cabeza; puse mi mano en esta y eché un ojo a los lados, estaba en una habitación de tonos grises y cafés claros y muy elegante. ¿Dondé estaba? Volteé a ver mi cuerpo y tenía puesta una playera blanca y un short largo y flojo color negro; comenzé a asustarme... ¿Qué fue lo que pasó? Y entonces recordé...

Levi me había llevado a una reunión y con su tío acordamos un contrato de matrimonio y yo tenía puesto un vestido amarillo, lo último que recuerdo fue que conocí a una chica de baja estatura y cabello naranja.

Recordé que hoy era sábado y tengo entrenamiento; me paré rápidamente y busqué mi celular en la cama o en piso.

-Por si no lo sabes mocosa, olvidaste tu celular incluso estando sobria-. Habló alguien, y por su voz se perfectamente de quien se trata.

-O-oye, ¿Dónde estoy y cómo...?-. Le pregunté, el estaba recargado en el marco de la puerta.

-En resumen mocosa, ayudaste a escapar a una persona que apenas conociste de la reunión, ambas se fueron a un club y ahí se embriagaron-. Respondió seco.

-¿Qué más? Eso no explica porque terminé aquí y no tengo mi ro...-. Me quedé callada por un segundo. -¡¿Acaso tu me cambiaste pervertido?!-. Le grité.

-Tch, oi, en lugar de llamarme pervertido deberías agradecerme por traerte a mi departamento y no dejarte sola en la calle o en la barra-. Me contesto.

-¿Qué fue exactamente lo que pasó?-.

-Mejor lávate y baja a comer algo-.

-No, no tengo tiempo, hoy tengo entrenamiento y...-.

-Olvidalo mocosa el equipo de Atletismo entrena a las siete y media de la mañana y ya pasaron de las 12-.

-¡12! ¡¿Cuánto tiempo estuve dormida?!-. Me alteré y eso hizo que mi cabeza volviera a retumbar. Hice un quejido por el dolor.

-Muchas horas, y esas molestias son lo que les pasa a las mocosas ingenuas que toman como agua bebidas alcohólicas que nunca habían probado-. Estaba enojado su ceño estaba más fruncido de lo normal. -La ropa que traías ayer en la tarde ya esta lavada-. Dijo apuntando a una pequeña mesita que estaba junto a la ventana. -Date un baño y cambiate, aun sigues oliendo a alcohol-. Dijo con disgusto y salió de la habitación.

Cogí mi ropa y esta olía súper bien, ojalá mi ropa siempre oliera así. A la izquierda de su habitación distinguía y el baño y me metí para darme una ducha, Levi no se equivocaba, seguía apostando a alcohol, no podía sacar de mi mente lo que pudo haber pasado ayer.

.....

Salí de bañarme y y me cambié dentro del baño, cuando salí tendí su cama; salí de la habitación y bajé a lo que se ve como su cocina; el departamento sin duda es lujoso, no es muy grande pero es sin duda más que suficiente para alguien que vive solo.

La mesa de la cocina tenía ya dos platos y cubiertos listos con comida, Levi estaba de espaldas usando la licuadora, tal vez por el ruido que provoca esta no me escucho bajar; cuando la apago se giró y me seguía viendo con su ceño fruncido.

-Ammmm ¿tienes donde lavar esto?-. Nose porque estoy nerviosa.

-Si, al fondo a la derecha hay un pequeño cuarto donde esta-. Decía serio.

Miradas Frías Donde viven las historias. Descúbrelo ahora