Mikasa es una nueva estudiante junto con su hermano adoptivo y su mejor amigo en el instituto de Sina.
La joven no creía que un cambio de escuela fuera a ser de mucha importancia en su vida y que un simple chico engreído y odioso para ella le fuera...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Narra Levi
Tomé mi auto y conducí rápidamente hacía el aeropuerto; corrí por todas las aerolíneas preguntando por el último vuelo a Hizuru, y todos me respondieron igual, el último vuelo ya había partido. Pasé mi mano por mi cabello con desesperación, apreté mi cabello enojado, era cierto esa vieja tenía razón; ahora Mikasa está camino hacía Hizuru con alguien más.
Regresé a mi apartamento, al entrar cerré la puerta de golpe, ya ni siquiera era consciente de cómo me sentía ¿triste? ¿enojado? Lo único que sabía era que me sentía por los suelos, creí que podría estar con ella de nuevo o al menos volver a verla, pero al enterarme que ese avión había partido me sentí completamente destrozado. Caminé a la cocina, agarré una botella de vodka y así como la encontré sentada en el suelo la vez pasada, hice lo mismo, deslice mi espalda por la pared, tomé un trago de la botella; me sentía terrible, mareado, me comenzaba a doler la cabeza pero no me importaba, volví a dar otro trago; levanté mi vista y me topé con los panecillos que Mikasa había cocinado, después bajé mi vista y saqué del bolsillo de mi pantalón el collar que le había regalado y solo lo miré; el día que ella se fue del apartamento, cuando discutimos, cuando la lastime, cuando me suplicó que la dejara ir, noté que había dejado su collar en la mesa de la sala, desde ese día siempre lo llevo conmigo y no hay día en que no lo mire varias veces al día. A mi cabeza vinieron todos los recuerdos con ella, desde que me miró por primera vez en el campus con un aura asesina por haberle gritado al mocoso de Jaeger, el día que la salvé de lo peor, cuando me ponía celoso de verla cerca de otro chico, los días en que dejaba claro que Mikasa Ackerman era mía, el día que me cuido y cuando se puso celosa de Petra y no me hablo por días, cuando hizo un berrinche por los chocolates que la pelo de zanahoria me dio, el día que fue completamente mía y yo fui completamente suyo, y hace unos días cuando estaba aquí, había visualizado como sería nuestra vida en un futuro, al verla cocinar para ambos, despertar y verla a mi lado.
Ya no había contenido en la botella, todo el vodka me lo había tomado; agarre la botella y con fuerza la lancé a la pared provocando que se rompiera en pedazos; eché mi cabeza hacía atrás y golpeó con la pared, no me importó. Recordé las veces que nos veíamos de niños y recordé el día que creí haberla perdido para siempre, y cuando la vi de nuevo no pide evitar hacer lo imposible para tenerla conmigo de nuevo y ahora.... ya no está a mi lado, se fue, la perdí, ¡idiota! La alejé; ahora está vez ella se había ido y separado de mi por decisión propia; Mikasa es orgullosa, no habría forma de que me perdone. Enserio... ¿Tengo que dejarte ir?
¡MIERDA! ahora estoy tirado en el suelo de la cocina, bebiendo hasta emborracharme y más, mientras la recuerdo, mientras recuerdo como acariciaba su piel, sus labios, su aroma, su esencia.
.............
Narrador externo
Mikasa se encontraba empacando sus cosas en sus maletas, le temblaban las manos cada que metía dentro una prenda tras otra; sus ojos estaban entre cerrados, las ojeras en su rostro eran notorias, su piel estaba más pálida casi grisácea.
