Friends | Dahmo

Capítulo 2

Dahyun se encontraba un poco triste. Estos últimos tres días ha estado rondando cierto rumor por el instituto, un rumor que decía que su novio Jin estaba engañándola. Dahyun no creía nada, pues antes de creer a un grupo de gente que no sabe nada sobre su relación, le creería a él. Su novio le había jurado y per jurado que era mentira, que solo la queria a ella y la castaña obviamente le creyó.

En cambio, su amiga Momo no le creía nada. Para ella Jin siempre ha sido el típico chico que va detrás de todas las mujeres que son guapas o están buenas, primero lo hizo con Nur, después con Sarah y ahora con Dahyun, solo que con ésta última lo consiguió. La castaña sabía esto pero no le dio importancia ya que según ella, Jin la amaba. Ya, claro. A Momo le ponía de mala hostia la situación porque ella sabía que había posibilidades de que Jin le pusiera los cuernos a su amiga, es más, ya podía haber ocurrido. Que una persona tuviera el amor de Dahyun, siendo tan afortunado, y que le hiciera eso... a Momo le daban ganas de matarlo.

La morena necesitaba ser ella la que la besara, la que la llevara al cine y la invitara a cenar. Necesitaba ser ella esa persona y no el imbécil de Jin. Y aunque lo odiara, muy a su pesar, seguía siendo el novio de su amiga, y hasta el momento por muchos rumores que haya, no se habia confirmado nada. Por ahora.

Las dos amigas salieron juntas del instituto. Dahyun le dijo a Momo si quería comer en su casa y ésta aceptó. Momo sabía que Dahyun la había invitado porque se encontraba un poco triste y necesitaba distracción, aun así quiso ir y darle el amor que necesitaba.

–Tu... ¿tu crees que es verdad? -preguntó Dahyun mirando al suelo mientras caminaba.

–¿El qué? -Momo intentó hacerse un poco la loca, no le apetecía tener esa conversación.

–Lo de que Jin... ya sabes -dió una patada a una piedra- que me está engañando.

–Oh, eso... No, o sea no creo -respondió Momo un poco cortante. Ella sabía que su respuesta era mentira pero no iba a decirle que sí, odiaba a Jin pero no quería ver a Dahyun más triste aún.

–¿Crees?

–¿Cómo? -la morena se giró a mirar a Dahyun. No se había dado cuenta de que detrás de ese "no", había ido un "creo". Una cagada de su parte.

–Has dicho que crees. ¿Qué te hace dudar? ¿sabes algo? -Dahyun comenzaba a estar nerviosa.

–No, no sé nada Dahyun. Ha sido una forma de hablar sin más, tranquila. -dijo Momo tranquilizándola mientras la abrazaba de lado por los hombros.

–Ya... Tienes razón. Tengo que calmarme. -respondió la castaña, acto seguido pasó sus manos por el rostro-. Es sólo que me da inseguridad. Él me ha dicho que no, pero ya no sé que pensar.

–Mira, -Momo dejó de andar y se giró para mirar a su amiga, que también frenó y la miró- yo no sé si Jin te ha puesto los cuernos o no, solo sé que tú eres increíble, tanto por dentro como por fuera. Y si ese idiota realmente lo ha hecho, no tiene ni puta idea de lo que se pierde, ¿vale?

Momo, muy delicadamente, le acarició la mejilla a Dahyun. Sus rostros se acercaron lo suficiente como para quedar a centímetros, pero esto no era nada raro entre ellas ya que su relación siempre fue así. Necesitaban estar piel con piel y ellas eran conscientes de eso.

Dahyun subió su mano hacia la de Momo, que se encontraba en su mejilla, para así devolvierle la caricia. Dahyun, con una sonrisa, giró un poco el rostro y le dio un pequeño beso a su amiga en la mano, haciendo que Momo también sonriera. Se quedaron mirando un par de segundos, que para Momo fueron horas.

–Vamos a casa, me apetece pasar tiempo contigo y sólo contigo -le dijo Dahyun, bajando su mano y entrelazando los dedos con los de Momo.

–Vamos. -le sonrió, y ambas adolescentes se marcharon.