Capítulo 7

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Momo se encontraba de camino a clase, estaba un poco agobiada por la conversación que tuvo hace unos minutos con Dahyun pero en el fondo supo que era lo mejor para ambas. Ella amaba a Dahyun con toda su alma, tanto que no dejaría que desapareciera de su vida. No lo permitiría. Pero después de que aclararan las cosas, también sintió pena, pues notó que la mínima posibilidad que habia de que fuera recíproco se esfumó. Supongo que era hora de seguir adelante y curar su corazón roto.

Entró por la puerta de clase y se sentó en la penultima mesa. Al lado de su asiento había otro, estaba libre, supongo que esperaba que Dahyun llegara pronto para sentarse ahí, pero tardó mas de lo que esperaba. De repente una chica que no había visto en su vida, se acercó y le hizo una pregunta.

–¡Hola! ¿Puedo sentarme? -dijo la chica con una sonrisa, Momo se limitó a asentir. La chica era muy guapa, tenía el pelo azul y su sonrisa era radiante. La chica se sentó en la silla que se encontraba al lado de Momo.

–¿Cómo te llamas? Yo soy Sana -dijo la peliazul mirando a Momo mientras le extendía la mano y ésta última se la correspondia.

–Yo soy Momo, encantada -sonrió y continuó-. ¿Eres nueva? Nunca te había visto en esta clase.

–Sí, soy nueva. Bueno, estudié aquí hace un par de años y me conozco todo pero tuve que irme a Tokio por mis padres, y pues ahora he vuelto a casa -concluyó sonriendo.

–¿Tokio? ¡Qué guay! Yo soy japonesa pero desde muy pequeña vivo aquí, en Seoul. Suelo viajar mucho, la verdad, así que te entiendo -añadió Momo. Sana le transmitía confianza, era de estas tipicas chicas que hace que te sientas acogida rápidamente. Quizá podría encontrar una amiga nueva en ella.

–¿Si? Ya no me siento tan sola -Sana rió-. Mi padre una vez quiso llevarme de viaje pero cuando se enteró de que tenía novio lo canceló. Un poco triste, la verdad.

–Vaya... Lo siento. -dijo Momo un poco apenada.

–Tranquila, si ya lo hemos dejado -concluyó Sana haciendo que ambas enpezaran a reír-. ¿Mejor, sabes? No era mi tipo de chico. Por cierto, he visto antes a un chico que me ha parecido monísimo, pero no sé quien es.

–¿Ah, si? ¿Cómo era? Lo mismo lo conozco -dijo Momo un poco curiosa, al fin y al cabo llevaba aquí toda su vida y se sabía las caras de memoria.

–Pues era rubio con el pelo lacio, creo que también tenía un pendiente de cadena en forma de cruz en cada oreja. Era monisimo, es que me he enamorado, de verdad.

Momo frunció el ceño pensando, hasta que le vino una persona a la cabeza y puso cara de sorprendida y al mismo tiempo emocionada.

–Dime que llevaba una camiseta blanca ancha con un dibujo negro de un dragón. -le dijo a Sana mientras se giraba un poco para mirarla mejor.

–Sí, creo que sí. ¿Lo conoces? -preguntó Sana haciendo que Momo se exaltara emocionada.

–Pues es tu día de suerte porque es mi mejor amigo y esta soltero.

–¡No puede ser! ¿De verdad? ¿Me lo vas a presentar? -Sana estaba emocionada, tanto que le transmitió la emoción a Momo y ambas comenzaron a reír muy exaltadas.

–Por supuesto. Se llama Jimin. -le dijo Momo, Sana hizo el amago de suspirar enamorada y volvieron a reír con ese acto.

De repente, Momo notó como una mirada estaba clavada en ella. Cuando se giró a mirar al frente pudo ver a una Dahyun totalmente enfurecida, se notaba por su mirada que echaba fuego y sus puños cerrados. Al hacer contacto visual Dahyun se apartó y se sentó en una mesa de delante, Momo supo que la había cagado un poco al dejar que otra persona se sentara en su sitio, pero no para que se pusiera así, que por poco la mataba.

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