Capítulo 5

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Sábado. Las 19:58 de la tarde. Momo se encontraba en su cama, acostada boca abajo, con un paquete de pañuelos a su derecha y un peluche a su izquierda. Se había pasado toda la noche abrazando el peluche mientras sollozaba. Normalmente no hacía eso, quiero decir, no dormía con un peluche, pero estaba tan triste que necesitaba sentir algo en sus brazos y no estar tan vacía. Después de lo ocurrido el día anterior, lo primero que hizo Momo fue meterse a la ducha. No podía sentir como aún quedaba un mínimo rastro de Dahyun en su piel. Se sentía inútil, asquerosa, sentía que había estropeado la amistad que tanto deseaba conservar. Se echó la culpa de todo. No quiso culpar a Dahyun porque según Momo, se aprovechó de la castaña cuando más vulnerable estaba, y no se lo perdonaba. Todos sabemos que no es así pues Dahyun le correspondió, pero eso a Momo no le importaba en ese momento.

Se ducho entre sollozos. También he de decir que escogió la ducha ya que ahí nadie de su familia podía escucharla llorar, lo cual era un punto extra. Como he dicho antes, Momo no culpaba a Dahyun, aun así no podía evitar sentir un dolor inmenso en su pecho cuando recordaba sus palabras. ¿Cómo podía seguir queriéndolo, después de todo? Que la rechazara a ella está bien, no tenía porque ser recíproco, pero que aún lo quisiera y se planteara volver con él le parecía una idea descabellada y dolorosa. Una persona que podía hacerle eso a Dahyun, que era un rayo de sol, no se merecía ni lo más mínimo. Después de esa ducha se encerró en su habitación. Los recuerdos vagaban por su mente cada diez segundos, y más aun al haber sido en ese mismo cuarto.

El móvil de Momo vibrada. Dahyun, hace unas horas, estaba sorprendida por la cantidad de llamadas y mensajes que le había dejado Jin, si tan solo viera que ella misma había duplicado las cantidades quizá se daría cuenta de muchas cosas. Momo encendió el iPhone y sin desbloquearlo pudo ver los últimos 5 mensajes en pantalla. Todos eran de Dahyun, suplicándole que por favor le respondiera y hablaran. Momo rodó los ojos y volvió a bloquearlo. Aunque no la culpara seguía muy enfadada y agobiada, y si a eso le sumamos que los sentimientos de la morena estaban a flor de piel, que se había dado cuenta de lo enamorada que estaba de Dahyun con ese beso, quizá se empezaba a plantear tomar cierta distancia. Era doloroso, por supuesto que lo era, al fin y al cabo eran la persona de la otra. Pero Momo también debía mirar por ella y su dolor, si no lo hacía ella misma quién lo haría si no.

Volvemos al presente. Momo seguía acostada en su cama torturándose por cada mínimo detalle que recordaba del día anterior. No cenó, tampoco desayunó y por no hablar de comer. Sí, su cuerpo se sentía débil, pero tenía otras preocupaciones en su cabeza así que le dio igual. Sus padres estaban preocupados. La escusa que les dio fue que se encontraba mal y que no quería comer nada, al principio la creyeron, pero su cara y sus ojos hinchados de llorar no decían lo mismo.

Los padres de Momo no son de meterse en sus asuntos a no ser que sea necesario, y esta ocasión lo era. Querían que la morena les contara qué ocurría pero si se acercaban a hablarle Momo se cerraría en banda, así que le dijeron a su hija mayor, Nayeon, que por favor intentara averiguar qué pasaba.

Unos golpes en la puerta sacaron a Momo de sus pensamientos.

–Ey... ¿puedo pasar? -dijo Nayeon con medio cuerpo dentro.

–Ya estas dentro -Momo volvió a enterrar su rostro en la sábana sin ni siquiera mirarla. Nayeon se limitó a entrar y sentarse en la silla de Momo, dónde se había sentado anteriormente con Dahyun.

–Momo... ¿qué ocurre?

Momo permaneció en silencio y Nayeon habló de nuevo.

–¿Ha pasado algo? -el silencio continuaba-. ¿Te has peleado con Dahyun?

Al pronunciar la última frase la morena no pudo evitar sollozar, dándole a entender a su hermana que sí, sea lo que sea lo que le ocurría tenía que ver con Dahyun. Como dije al principio, en la familia de Momo todos sabían de la relación especial de ambas niñas, así que a Nayeon no le sorprendió todo el dramatismo de Momo con respecto a Dahyun. Nayeon se levanto de la silla y se sentó en el borde de la cama, junto a Momo. Tocó su hombro como si estuviera pidiéndole que se girara para mirarla.

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