Capítulo 3

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Todos mienten...

Pov Macarena

—Tienes que contarme todo Macarena, que no se te olvide nada y mírame cuando te estoy hablando maldita sea- estoy en la oficina de mi madre, queriendo salir lo más pronto posible de aquí.

—que sólo a sido eso madre, me envió a una misión de encubierto a un bar. Trabajaré como camarera todas las noches hasta descubrir algo que se pueda utilizar en contra de esos narcos- solté un suspiro mientras me acomodaba en la silla incómoda, mi madre suele ser un poco recta, demasiado estricta diría yo…

Ella golpeó la mesa de su escritorio— ¿Y qué más? ¿Qué investigaste sobre la Agente López? Mira, te voy a poner la cosas muy claras. Tu única misión es descubrir si fue ella quien mató a tu hermana y cuando lo hagas, quiero que le pegues un tiro en la cabeza. ¿Me entiendes? o te lo debo explicar con bolitas-.

—Pero madre- iba a continuar hablando pero le pegó otro manotazo al escritorio, aclaré mi voz tratando de ser fuerte— perdón coronel, la misión a la que me enviaron involucra a los narcos que también pudieron haber matado a Graciela-

—Oh Macarena, Macarena. No aprendes nada, de eso ya me estoy encargando yo-.

Mi madre estuvo en la Marina de guerra por muchos años, hasta que sufrió un accidente al tirarse de un helicóptero, su paracaídas no abrió y ella perdió su brazo izquierdo. Digamos que si abrió, pero fue muy tarde y la caída fue muy forzada, eso pasó hace ocho años. Desde entonces está en casa haciendo que nuestras vidas sean miserables, ahora entiendo porque papá se fue de la casa.

Entiendo porque Graciela también lo hizo, entiendo porque Ivana también se fue el otro mes a vivir sola y yo soy la única pendeja que se ha quedado. Porque soy muy manipulable y porque también quiero vengar la muerte de mi hermana.

— ¿Por qué no la mato y listo? No hay necesidad de andar preguntando mucho, al igual que puedo hacerlo con los narcos. Para eso me entrenaste, para eso me hiciste cambiar de carrera y dejar toda mi vida atrás, ahora entiendo porque Graciela decidió irse-.

—Que poco me conoces-tragué cuando ella se levantó de su asiento, colocándose frente a mi, muy cerca de mi rostro- no soy una asesina, no voy matando a las personas así por así a menos de tener pruebas. Cuando las tengas, le vuelas la cabeza y luego me la traes aquí. Ya sea de su novia o de los pinches narcos. Pero me las traes-.

Su aliento a alcohol y a cigarro me dan asco— si coronel- no me deja llamarla por su nombre o mamá, a menos de que estén parte de la familia presente o qué estén sus amigas. Así guarda sus apariencias- ¿algo más-.

Ella sonrió de lado mirándome de arriba abajo— Quítate la ropa- negué de inmediato, ya estoy cansada de lo mismo- no te lo diré otra vez Macarena, quítate la pendeja ropa-

—Por favor, no he estado con nadie. Te lo juro M- su mano se fue directamente a mi mejilla, ardiendo por su golpe. Siempre es lo mismo- está bien, lo haré-.

Me empecé a quitar la camisa de cuadros, levantándome de la silla bajo su mirada atenta.— Quítate todo Macarena- respiré profundo tirando la camisa a un lado al igual que mi sostén, para luego bajar mis pantalones en conjunto con mis bragas hasta los tobillos, intenté cubrir mi parte íntima con mis manos pero no me dejó- siéntate en el escritorio-

—Pero- su mirada asesina me insitó a hacerlo, subí de inmediato al escritorio. Muriéndome del miedo- no he estado con nadie coronel, sólo estaré con usted-.

Hizo que levantara el mentón, obligándome a mirarla— ¿me estás mintiendo? Sabes lo que te puede pasar si me mientes, y no quiero hacerte daño- asentí de inmediato sin apartar la vista-abre las piernas- hice lo que me pidió, ella comenzó a recorrer mi cuerpo de arriba abajo con su asquerosa mirada.

Agente López (Barbarena) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora