-Sebas ¿has visto mis gafas?-pregunté cuando lo vi en la cocina de la casa.
-No las he visto, creo que las dejaste en la camioneta ayer.
Todos nos quedamos en una linda casa frente a la playa en Malibu, Poché y Valentina paseaban por la playa mientras que Valeria intentaba broncearse y Sebas preparaba unas bebidas para refrescarnos. Juan Carlos había ido a comprar comida para estos días. La casa tenía tres habitaciones y aun que Sebas insistió que el y Juan Carlos podían compartir habitación, el insistió dormir en la sala.
Yo compartía habitación con Poché, Sebas y Valeria obviamente y Valentina tenía una habitación para ella sola.
-Ah, olvídalo, están en el sillón del living.-grité desde ahí.
Salí de la casa poniéndome mis gafas, teníamos una linda vista del mar, amaba escuchar el sonido de las olas del mar.
-No se que pase entre ustedes, pero me gustaría que realmente funcione algo más.-dijo Valeria cuando me senté a su lado.
-Yo tampoco se lo que pasa, pero me gusta.-admití.
Poché y Valentina se regresaron a la casa, Valentina me guiñó el ojo cuando pasó aún lado de mi, el gesto me confundió un poco. Poché me besó la mejilla y entro a la casa junto a su hermana. Sebas volvía con una bandeja de bebidas, se sentó a un lado de su novia y nos pasó una bebida a cada una.
-¿Los amigos se besan, Calle?-preguntó Sebas de la nada.
-Claro que lo hacen amigo, mírate a ti y a Valeria, se besaban sin ser novios.
-Así como tu con Poché.
-Ese es otro tema, hey.
-¿Por qué lo hacen? ¿Qué son?
-No lo se, no lo se todo.-dije viendo al mar.
-Solo quiero que tengan cuidado ¿okey? Me agradan las dos y tu eres como mi hermanita, no me gustaría que se hagan daño.
-No se que esta pasando, me gusta, me siento bien con ella, nunca me había emocionado por estar con alguien en la misma habitación o cuando ella toma mi mano es como wow...
-No sabes lo feliz que me hace saber eso. -escuché decir a Poché a mis espaldas.
-Es la verdad.-dije levantándome para ponerme enfrente de ella.
Ella tomo mi mano y me guió a la playa, a veces cuando había un silencio entre nosotras me gustaba imaginar lo que podía pasar o que podía decir.
-¿Sabías que Johann me prohibió acercarme a ti?-preguntó Poché.
Negué con la cabeza.
-Me agradaste con solo verte esa mañana que derribaste el café en mi, no podía mantenerme lejos de ti.
-Eres importante para mi, Poché.
-Y tu para mi igual. ¿Qué quieres que pase?
-Novias desde ahora.-dije sonriendo y ella rió.-Novias algún día.
-Así es, no muy lejano ni muy cercano, algún día. Por que quiero conocer tu otra mitad, esa que no solo es amistad, pero tampoco quiero perderte como amiga.
-No lo harás, se que podemos manejar esto.
-¿Algún día?
-Algún día.-dije besando su mejilla.
Ambas regresamos con los demás a la casa, Sebas y Juan Carlos hacían carnes en el patio mientras Valeria hacia una ensalada y Valentina un puré. Poché dijo que alistaría la mesa mientras yo hacía una limonada para todos. Cuando nos sentamos a comer hubo un silencio unos segundos.