-Lindo auto.-dijo Poché cuando entró a la cochera.
-Gracias, me gusta mantenerlo limpio, el color azul reluce mucho.-le abrí la puerta del copiloto.
-Creo que combina con mi cabello.-dijo antes de meterse al auto.
Salimos de la casa y tome un camino diferente al que tomaron mis padres e inmediatamente ella lo noto.
-Tranquila, si iremos a cenar. Solo te llevo la avenida principal.-dije riendo.
-Yo creí que si iríamos al motel.-bromeó.
Después de unos minutos por fin llegamos al restaurante, vi el auto de mis padres estacionado frente al lugar y me puse detrás. Baje del auto y me apure para abrirle la puerta a Poché. Puse mi brazo cruzando su hombro para tenerla cerca de mi al entrar al lugar, ella me sonrió y seguimos caminando. Ubicamos la mesa donde estaba mi familia y nos sentamos con ellos.
-Poché ¿Cómo conociste a Dani?-preguntó mi papá.
-Ella... bueno un dia.... Yo...-comenzó a tartamudear de los nervios.
Tome su mano bajo la mesa y le di una mirada tranquila, ella respiro hondo y se calmo para poder hablar.
-Ella un día saliendo de su edificio derramó un café sobre mi por accidente y ese mismo día nos vimos en el estudio por que bailamos para Johann.-respondió.
-Tío ellas están locas ¿si te conté que las escuchamos tener sexo cuando fuimos a malibú?-comentó Sebas.
-No hijo, no me lo contaste, quiero escuchar esa historia.-dijo mi padre.
Todos en la mesa nos voltearon a ver y yo solo podía estar roja de la vergüenza.
-Cállate Sebastián.-dije tapando su boca para que no hablara pero su fuerza es mayor a la mía y quitó mi mano.
-Era en la madrugada cuando yo escuché unos golpes en la pared, realmente me asusté por que creí que era un ladron.
-Sebastían.-dije seria.
-Levanté a Valeria por que no quería ir solo a ver así que nos levantamos y salimos al pastillo de las habitaciones.-continuó.
-Villalobos.-dije.
-En eso escuchamos gritos, eran descomunales tío, lo juro. Parecía el exorcismo o que se yo. Nos dimos cuenta que venían de la habitación de ellas y cuando escuchamos el grito de Calle entendimos que pasaba...
-Eres hombre muerto.-dije entre dientes.
-Lo confirmamos en la mañana cuando bajaron muy contentas a desayunar.-finalizó.
Yo solo veía la cara de mi padre sorprendido, mi hermana y su novio riéndose, mi madre y Valeria reían de la historia mientras que Poché y yo no buscábamos donde escondernos de la vergüenza.
-Hey pero si aquí tenemos de vuelta a Daniela Calle.-dijo una voz masculina.
Cuando dirigí mi mirada hacia el otro lado de la mesa me di cuenta que Pipe estaba aquí. Sebas y Valeria me vieron preocupados.
-Pipe... hey que gusto verte.-dije levantándome para saludarlo.
El se acerco y me dio un beso en la mejilla. Saludo a todos en la mesa menos a Poché pero a ella no le pareció importarle.
-Voy a tocar 2 canciones hoy aquí ¿quieres cantar conmigo una?-ofreció.
-No... no gracias quizá otro día.-dije amablemente.