CAPÍTULO 9: LA PÉRDIDA

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Pasó algún tiempo y una nueva amenaza volvería a juntar a esa familia de superhéroes; incluso Thor (con un nuevo look) y Hulk (con mayor control) regresarían al complejo para hacer un equipo de nuevo. Se habían integrado a la familia Peter (el chico arácnido) y Black Panther con su hermana Shuri con el deseo ferviente de acabar con el desafío que había lanzado un alienígena loco llamado Thanos y que sabían que sólo tenían una oportunidad de acabar con él.

Anteriormente, Steve les había mandado un paquete a Tony y a Génesis con un celular y una carta explicando que, si lo necesitaban (y también a Bucky), no dudaran en llamarlo; que los extrañaba muchísimo y en todo momento pensaba en ellos, sobre todo en Olivia a quien le dedicaba las palabras "en mi mundo gris lleno de soledad, tú eres el rayo de luz que ilumina mis días y pinta de esperanza y fe mis noches".

-Por favor, Tony... hay que llamarle. Esto es una verdadera emergencia, necesitamos de todos para vencer al loco Titán  rogaba con vehemencia la mujer

-No puedo, simplemente no puedo. Mi confianza en él ha desaparecido por completo

-Entonces lo haré yo, no importa si voy en contra de tu voluntad... -tomando el celular que habían recibido, marca el único contacto que hay en su interior; alguien contesta del otro lado de la línea -¿Steve? ¡Hola mi amor! ¡qué alegría escucharte! –lloraba desconsoladamente. Caminó hacia otra habitación para que Tony no la escuchara mientras averiguaba dónde se hallaba... -muy bien cariño, iré a buscarte

Génesis partió del complejo en busca de Steve, aún en contra de los deseos de Tony. El reencuentro fue doloroso pero lleno de amor:

-¡Oh amor! ¡Cómo te he extrañado!

-Y yo a ti, mi bella mutante

Se besaron como nunca antes lo habían hecho y supieron que jamás debieron separarse. Hicieron el amor con la dulzura de 2 amantes que no han dejado de adorarse, y con el frenesí que la clandestinidad y la premura del tiempo solo pueden dar.

-Tony te ha llorado mucho, Steve. Le dolió y le sigue doliendo esta ausencia

-Lo sé, mi amor. Estoy arrepentido de todo el daño que le he causado... y a tí también

-Ahora tenemos este problema con Thanos, debemos apresurarnos o estaremos destinados a desaparecer

-Lo detendremos... haremos lo que sea necesario -sostuvo con su palma el rostro de la bella chica

El día que Thanos aterrizó su nave en medio de la ciudad, la mayoría de los Vengadores ya estaban esperándolo para derrotarlo.

-Me parece risible que piensen que pueden hacerme algún tipo de daño a mí, al que traerá la prosperidad a este universo... ninguno de ustedes tiene el poder –dijo Thanos arrogante

-Creí que solo habías aterrizado para admirar el paisaje –contestó Tony

-Sabemos que quieres cometer genocidio solo por un absurdo ideal –lo increpó la Viuda

-¿Absurdo? Niña, es obvio que no tienes la imaginación suficiente para prever un futuro donde el bienestar común solo lo obtendrán aquellos que sobrevivan al chasquido de mi guantelete

-¡Maldito Thanos! ¡Destruiste la mitad de mi pueblo y robaste las gemas del infinito solo para satisfacer tu necesidad de lucirte! –gritó con rabia el dios Thor -¡somos los Vengadores y nunca ganarás!

-Solo me falta la gema de la mente... esa que todavía adorna la frente de su tonto robot

-¡Si quieres quitarle la gema a Visión, lo harás sobre mi cadáver! –dijo Wanda

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