Capítulo 10.- Amor

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Ya habían pasado algunas horas desde el incidente con H.U.E, ahora Gary se encontraba sentado "cómodamente" sobre las duras sillas de la cocina.

A pesar de su "mal " comportamiento, H.U.E le había premiado por, según él, aguantar cuatro días enteros con un ventrexiano en celo y seguir entero, si supiera realmente lo que él, no lo premiaría.

Sus caderas aun dolían y le costó el infierno mismo llegar hasta donde estaba, pero debía comenzar a moverse o dolería más. Al menos estaba comiendo galletas con leche, eso lo había motivado demasiado a levantarse de la cama y escapar de los suaves y peluditos brazos de Avocato.

-Gary-

Quinn hizo presencia en el cuarto y se sentó frente al rubio. Este tembló, seguro le regañaría por sus "gritos".

-¿Hola...?-

-no te asustes, no vengo a gritarte, ya no tiene caso- dijo al ver la reacción de miedo del zafiro- además, si te golpeo, Avocato me mata- sonrió con burla y desdén al mismo tiempo- ¿son pareja?, ¿novios? O algo asi-

Eso dejo pensativo al rubio unos momentos.

-no lose, ¿pareja... supongo? Es complicado, ¿creo?- hizo una mueca- ni siquiera le hemos comentado nada a Little cato-

-él ya sospecha algo, asi que... no le mientas, se dará cuenta-

-está bien-

-si...sobre lo de Avocato, ¿te marcó?-

-¿marcó?-

A que se refería Quinn con eso. Tardó unos segundos en procesar todo, estaba demasiado cansado para siquiera pensar en algo, hasta que su cerebro hizo clic.

-¡HA! Te refieres a la marca. Si, si me marcó-

-¡felicidades!- sonrió emocionada- ya tienes a alguien que te ama, Gary-

- alguien que me ama-

Eso hizo estragos el interior del zafiro. No le desagradaba, el hecho de haber terminado con un ventrexiano se le hacia la cosa más hermosa de todas, y con todas la virtudes que tenía el gato, realmente creyó que no pudo tener mejor suerte que esa.

Antes pensó que estaba enamorado de la morena, pero ahora, con todas esas sensaciones en su cuerpo, se dio cuenta que lo que sintió por ella no se acerca ni un poco a lo que siente por el ventrexiano macho que aun duerme plácidamente en su habitación.

Su cara se tiño de un inmenso rojo.

-¡Gary!- grito la chica al ver como su compañero se ponía cada vez más y más rojo, más de lo normal.

.

.

.

-estoy bien, H.U.E, Quinn, Little cato-

Los cuatro se encontraban en la enfermería. El ritmo cardiaco de Gary aumentó considerablemente en cuanto Quinn dijo aquello, eso preocupó a la morena, a la máquina y al pequeño ventrexiano naranja que recién iba entrando a la cocina cuando vio la cara roja del zafiro.

-eso lo dirán los resultados, Gary- amenazó el pequeño- Ahora, si te atreves a poner un pie fuera de esa camilla, ya no tendrás después con que hacerlo-

-asi es como tratas al ser que ayudó en tu rescate- se indignó mientras ponía una mano en su pecho.

-¡Basta!- puso uno de sus dedos sobre la boca del rubio e hizo una seña para que ya no hablara.

Gary rio internamente, eso le recordó la vez que eso lo mismo con Avocato.

-bien-

-bien, ahora, ¿Dónde está papá?- miró hacia todos lados con cautela.

Hormonas o Feromonas (Garycato)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora