—No le vas a decir a Avocato, ¿verdad?— la maquina veía cansado al rubio. Ya tenía más de tres meses de embarazo, sus cambios se empezaban a hacer más evidentes que antes y el olor característico de las hembras ventrexianas en estado comenzaba a levantar más sospechas en el mayor.
—Pronto...— estaba hace más de cinco minutos vomitando.
Logró de milagro que los dos "guardaespaldas" que tenía, se alejaran un momento de él.
Se sentía tan asfixiado por el ventrexiano que no podía describirlo. Su cuerpo se calentaba de una manera incomoda y su cabeza punzaba constantemente. Trato de alejarlo varias veces, pero eso solo provoco más sospechas sobre él. Por un tiempo Avocato creyó que quería terminar con su relación; las emociones en ese instante fueron abrumadoras. Sus acciones indicaban eso, pero no sus sentimientos.
Amaba a Avocato y era reciprocó, pero aun no tenía el valor de decirle, y no sabía el porqué. En muchas ocasiones el mayor demostró con intensidad sus sentimientos y su amor incondicional, pero Gary aún no se sentía del todo seguro.
Avocato fue el primero en enamorarse, pero... ¿Cuándo se enamoró él?
¿Realmente estaba enamorado? O era esa falta de amor que ahora era opacada por el ventrexiano. Que estupideces pensaba, ¡Claro que lo amaba!
—Tienes que decirle ahora, en las próximas semanas se hará imposible seguir ocultándolo. Serás el ojo de la tormenta—
—Gracias por tus buenos deseos, H.U.E—
—De nada—
Molesto, mas consigo mismo, que con la máquina, lavó su boca y salió del cuarto del baño. Su estado no era el mejor, no dormía demasiado; sentía unas enormes molestias al tocar el pelaje del morocho, su piel se ponía de gallina y su garganta se secaba. Intentó preguntarle a Quinn que era "eso", pero la chica realmente no lo sabía, eso lo desanimo.
Se recargo sobre un ventanal, mirando el espacio, ya no podía seguir con esto, debía decirle la verdad... por muy rara que fuera, y es que le molestaba. Amaba a Avocato, pero no podía aceptar el hecho de que era una hembra... como odiaba esto, su estado empeoró después del segundo mes. Odiaba los cambios de humor que tenía, odiaba su dolor de pies, odiaba tener que ir al baño cada puto segundo y sobre todo, odiaba la culpa que sentía al seguir manteniendo su embarazo en secreto.
Eso es— Culpa— dijo asombrado. Eso era lo que había estado sintiendo. Culpa y solo culpa.
El aire comenzó a faltarle... ¿sería la altitud?... que estúpido, estaba en el espacio, ¿eso aplicaba en el espacio?, ¿Por qué estaba pensando en todas estas estupideces?
—Gary, ¿estás bien?, ¿quieres que llame a Avocato?— de nueva cuenta H.U.E hizo presencia en el pasillo. Observaba con preocupación al menor, nada estaba saliendo bien.
—Creo que... creo que, me voy a desmayar— cayó de rodillas contra el suelo e inclino su cuerpo hacia el lado de la pared.
—No es momento de dramas, ¡Dramático! Ahora respira profundo, llamare a tu hombre— y se fue.
Le hubiera dicho algo sarcástico, pero mejor se concentraba en las respiraciones.
Y... ¿si ya viene?— pensó espantado. Posó una mano sobre su abdomen y presiono suavemente.
No, no seas pendejo, Gary, los bebés tardan nueve meses... Aquí la pregunta es... ¿Cuánto tardan los ventrexianos?
—Cálmate, cálmate, no entres en pánico, no entres en pánico— sus palabras no funcionaban, estaba cada vez más alterado.
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Hormonas o Feromonas (Garycato)
RomansaLas feromonas de Avocato producen algo dentro de Gary que no puede describir con facilidad. "Te estas convirtiendo en una hembra ventrexiana"