Los siete pecados capitales y elizabeth llegaron a un mundo diferente, gracias por una bola de color rojo llevaron aquel lugar ahora tendran que buscar la forma de regresar a su mundo.
Pero Meliodas conoce a un chico peculiar, tendrá aventura, roman...
Naruto despertó y miro por todos lados, y miro a su lado, y allí estaba ban acostado. Se sorprendió pero se levantó y miro a la otra cama, está King durmiendo. Se paró y se fue al baño que estaba por los pasillo, se metió y se quitó la ropa, también el henge que tenía. Se metió al baño, al terminar saco un pergamino que estaba sellado en sus muñeca y lo abrió de allí saco ropa nueva. La puerta fue abierta dejando ver a Meliodas que al ver el menor se sonrojó al verlo desnudo y el pebre de Naruto estaba más que rojo que una fresa. Ninguno de los dos se movía, Meliodas miro al rubio, su piel se podía ver que era suave, el color de sus piel era ligeramente bronceada, era delgado, no tanto pero lo era, esa caderas dignas de una diosas, su pelo largo le llegaba en la mitad de la espalda con las puntas rojas. Su ojos azules eran grandes y brillantes y sus labios esponjosos y rosados llegando al color rojo. Naruto reacciono y sin pensarlo empujó el mayor y cerro la puerta. Sin perder tiempo se cambió, se puso un pantalón ambu, una malla negra y luego se puso su playera negra con el símbolo de su clan, se puso una chaqueta blanca la que era de su padre, le quedaba algo grande pero no importaba, y se puso sus sandalias ninja, se puso el henge.
Meliodas estaba más que sonrojado al ver el menor desnudo, nunca pensó verlo así y más que pensara cosas borchonosas al verlo. Ni con elizabeth pensaba tan lejos. Se calmó y escucho que la puerta se abrió y miro en la dirección y vio salir al menor como siempre, pero tenía un sonrojo notable.
Meliodas: Lo siento por abrí la puerta - se rasco la cabeza de la parte de atrás.
Naruto: No se preocupen Meliodas-san - desvió la mirada. Y se encamino en las escaleras y Meliodas entro al baño para quitar un problema.
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Naruto entrenaba con ban, el pecado de la avaricia se estaba encariñando con el pequeño.
Su equipo miraban al rubio que este era muy distante con ellos. Hasta que llegó el día en el que Naruto estaba harto de las misiones de rango D.
Naruto: ¡Viejo quiero una misión de rango C! - el anciano miro al rubio y saco todo el humo de su pipa. Iruka le iba gritar pero el tercero lo detuvo.
Hiruzen: Está bien Naruto - el rubio sonrió con felicidad y Kakashi suspiro y sus compañeros no dijieron nada, también estaban baratos de estas tontas misión - Por favor hagan pasar el cliente - un Joūnin asintió y fue atraer el cliente, el equipo 7 esperaban al cliente. La puerta fue abierta mostrando un señor con lentes un sombrero grande y en sus manos traía una botella de sake.
- Son ellos los qué me tiene que cuidar - apunto al grupo y ellos lo miraron - esa tabla de chicle ni se ve fuerte, el tracero de pato no me convence mucho y el enano tampoco - los tres miraron mal al hombre.
Hiruzen: No se preocupe el equipo tiene un Joūnin experimentado, chico el es Tazuna un constructor de puentes, lo tienen que llevar a su casa a salvó - el señor solo suspiro.
