DragonSwanQueen VIII

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Capítulo 8

Las tres no tuvieron que ir muy lejos para encontrar a sus amigas. Cuando salieron de la casa vieron el Mercedes de Zelena estacionarse al lado de la acera.

Tan pronto como se detuvo, Zelena y Belle salieron del auto, ambas parecieron aliviadas cuando vieron a Emma.

—¡Emma, ​​me alegra que estés bien!—Belle envolvió sus brazos alrededor de la sheriff que la encontró a medio camino de la casa. —Siento mucho lo que Rumple te hizo.—

—Hola Belle, está bien.—Emma frotó la espalda de su amiga antes de alejarse. —Estoy bien y lo que sucedió no fue tu culpa. Eso es todo sobre Gold.—

—Exactamente, lo que seguía diciéndole en el camino hacia aquí.—Zelena se movió para abrazar a la rubia también. —Me alegra que hayas vuelto, Emma. Ahora estoy segura de comer aros de cebolla.—Ella guiñó un ojo cuando se apartó del abrazo.

Emma se echó a reír y sacudió la cabeza ante el chiste cuando Regina y Mal se acercaron para unirse a ellos.

—Íbamos a venir a verlas a las dos.—Mal se volvió hacia la pelirroja. —¿Qué pasó con Rumple?—

—Todavía estaba en la casa de empeño, tal como le dijo a Belle. Tan pronto como llegamos allí, comenzó a rogarle que le diera otra oportunidad. Ella le dijo que se jodiera.—Zelena sonrió orgullosamente mientras envolvía sus brazos alrededor de la cintura de su novia, abrazándose por detrás.

—Esas no fueron las palabras exactas que usé.—Dijo Belle en un tono juguetón antes de volverse serio otra vez.—Pero le dije que nunca volvería a estar con él. Si bien una parte de mí siempre se preocupará por él, después de todo lo que me ha hecho a mí, a mis amigos, ya no confío en él, ni lo amo. Él Siempre se preocupará por él más que por mí.—Su ceño se convirtió en una pequeña sonrisa cuando sintió a Zelena presionar un suave beso en su cabello.

—Te envié un mensaje de texto cuando Emma nos dijo que todavía tenía algo de su magia.—Regina miró a su hermana. —¿Lo viste?—

—Sí, y gracias por el aviso.—Zelena sostuvo a Belle con más fuerza.—Lo vi justo antes de que entráramos. No fue un shock cuando la usó para agarrarme.—

—¿Te lastimó?—Los ojos de Regina comenzaron a oscurecerse.

—Estoy bien gracias a Belle.—Le dio otro beso en la cabeza de su amante antes de acercarse para estar a su lado. Todavía mantenía un brazo alrededor de la cintura de Belle. —Estaba tan ocupado diciéndome que no era lo suficientemente buena para ella que no la vio quitándole las esposas del mostrador antes de que ella le pusiera las jodidas esposas en las muñecas.—

—No podía creer cuando las vi allí. Normalmente es más cuidadoso que eso.—

—Debe estar descuidandose por su vejez.—

Belle se echó a reír ante la sonrisa en el rostro de su novia.—Vimos la magia oscura volver a él, pero con el brazalete, no podía usarla. Para él, tener que vivir sin magia es suficiente castigo. Aunque, no sé dónde está la daga.—

—Aquí.—Emma empujó la daga en su mano. Su propio nombre se había desvanecido mientras Gold permanecía.

—¿Puedo?—Regina extendió la mano. Una vez que Emma colocó el arma con curvas en su mano, hizo que desapareciera con su propia magia.

—¿Qué hiciste con eso?—Mal agarró la mano ahora vacía de Regina.

—Lo puse en un cofre en mi bóveda que está protegido por magia de sangre. Él no podrá llegar a la daga.—

Detrás de las Puertas CerradasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora