III

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Al día siguiente me levanté de golpe por esa duda que tenía sobre lo que me iba a contar Noah. Desayuné y fui directo a la preparatoria, no podía quitarme esa duda de la mente y sin darme cuenta lo encontré en la puerta de entrada con Rebecca, ella y yo antes éramos amigas pero esa amistad se perdió cuando se metió con mi hermano mayor rompiendole el corazón. Ellos estaban hablando cuando de repente Noah la besó, el corazón se me rompió, se me vino a la mente lo que me iba a contar, era más que obvio que me diría sobre su nueva relación con ella.

Noah se me acercó y me vio algo nervioso, me preguntó que me pasaba a lo que yo respondí que nada, acarició mi mejilla y su mano quedó húmeda... ¿Estaba.. llorando? Al darme cuenta de mis lágrimas salí corriendo del lugar y fui directo al baño.
Cuando llegué me vi al espejo y vi mi rostro lleno de lágrimas, me lavé la cara y por suerte logré quitar rastros de mi llanto.
Luego de eso fui directo a clase y me senté en el lugar más lejano al asiento de Noah, cuando lo vi llegar lo primero que hice fue no dedicarle ni una mirada hasta final de clase. Pasé toda la hora de clase así hasta el receso, se que estoy siendo inmadura pero a decir verdad me duele demasiado ya que no quiero que le haga lo mismo que a mi hermano.
Llegó el recreo y fui a la cafetería por comida pero algo me detuvo, volteé y vi a Noah con un rostro de preocupación tomando mi mano.

-¿Por qué me evitas Mellisa? Estuve preocupado todo el día.
-Lo siento, pero no te preocupes, estoy bien- le dediqué una sonrisa.
-No te creo, se cuando mientes así que cuéntame- dijo él seriamente.
-De todas las chicas en la escuela... ¿Tenía que ser ella?
-Yo se que ha cambiado, me gusta hace mucho tiempo y se volvió especial para mí.

Esa última frase fue la gota que derramó el vaso, me dolió más de lo que pude imaginar. El ya sabía su historia de ella con mi hermano y otros chicos, sin embargo no le bastó con eso. No me queda más que aceptar la realidad así que le dije:

-Nunca voy a estar de acuerdo con esta relación, pero si estás feliz con ella es suficiente para mí. - sonreí.
-Gracias Mellisa. - me abrazó y beso mi mejilla.

Luego de eso me fui al salón de clase aún dolida por todo esto pero empecé a leer para distraer mi mente. Sin darme cuenta tocó la campana para la salida, me levanté de mi asiento para luego preparar mis cosas, terminé y salí del lugar.
Noah se ofreció para acompañarme a mi casa pero Rebecca lo detuvo para luego alejarlo de mi. Me fui a casa sola, apenas llegué me di una ducha y pedí una pizza; mientras esperaba la pizza me puse a ver tele mientras revisaba mi celular. En él tenía varios mensajes de Noah preguntando si estaba bien, la verdad no tenia intención de contestarle, pero de pontro el me llamó, me quedé viendo el celular con la duda si contestarle o no pero no duró mucho ya que colgó.
Después de un rato llegó la pizza y la pagué, empecé a comer pero algo me interrumpió, tocaron la puerta así que fui a abrirla... Al momento de abrir la puerta, mi poco ánimo que tenía cayó ya que ahí estaba....

Una mala decisión Donde viven las historias. Descúbrelo ahora