Epílogo (1/2)

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Dos años después.

Jimin algo embelesado, miraba a su esposo, mientras dormía. Su corazón se lleno de calidez, latiendo acelerado, no podía estar mas que enamorado del hombre junto a él, quien le llenaba sus días de felicidad y amor. Acarició sus cabellos despeinados embobado, mientras salían suspiros inconscientes de sus labios, admiro cada detalle del rostro del mayor, deslizando su dedo índice por el, encontrando lunares en el camino, rio un poco al ver un hilillo de saliva caer de su labio, para luego oír un ronquido por parte del pelinegro, no pudo evitar reír mas fuerte, despertando al chico con el ceño fruncido. Jungkook abrió sus ojos despacio, acostumbrándose a la luz del sol, entrando por el ventanal, se desperezo mientras estiraba sus músculos de los brazos hacia arriba, bostezo somnoliento, y vio al rubio allí mirándole divertido.

Si, se habían pintado sus cabellos, primero fue Jimin quien lo hizo, indeciso por el color, al final apostó por el rubio y Jungkook no le costo mucho decidir su color, ya que lo tenia muy claro, negro. Su relación cambio bastante con los años, ahora libremente expresaban su amor hacia el otro, para Jungkook fue fácil usar motes cariñosos o besarle sin permiso, pero para el rubio no, tardo un año para que se acostumbre a las palabras cariñosas del pelinegro, a recibir caricias de repente o besos en publicó, fue difícil. Pero ya lo superó, ahora se sentía completo con el amor de su esposo, y tomar esa decisión de estar con él valió la pena.

_Hola... -dijo con voz baja y ronca.

_¡Hola! -sonrio el rubio, con sus mejillas sonrosadas.

_¿Desayunó? -pregunto levantando de la cama, mientras buscaba sus pantuflas debajo de la misma.

_Si.. Pero aquí en la cama! -propuso con apetito y no queriendo dejar su comodidad.

Era Domingo por la mañana, no estaba de ánimos para hacer nada, además de que afuera estaba nublado, con ganas de caer una llovizna torrencial. Se volvió a envolver con las sabanas, acomodándose mejor en el colchón, apoyando su espalda en el cabecero de la cama.

Tenia que confesar que en estos últimos años que pasaron, ya listo para empezar la Universidad, siendo ya dos años de relación con su pelinegro, entrando en su tercer año, no tuvo ningún tipo de acercamiento sexual con el mas alto, bueno no era que Jimin no quisiera, al contrario, el problema era el mismo Jungkook, quien nunca hizo algo subido de tono, como para que surja el acto sexual. Jimin intento insinuarse muchas veces, para que el pelinegro se animara, pero no. Siempre lo alejaba, o cambiaba de tema, o simplemente huía de él. Por un momento pensó que su esposo no sentía atracción sexual por él, o era algún tipo de asexual, pero comprobó que no, al descubrirlo espiandole cuando se duchaba, o lamia sus labios cuando el runio no usaba pantalones largos, dejando sus piernas descubiertas, y también por las mañanas cuando despertaba, y escuchaba a su esposo decir su nombre en sus sueños, y luego ver una tienda de campaña en sus boxers, donde al darse cuenta correr directo al baño para estar allí horas. Él sabía que su esposo le amaba, tanto como él lo hacia, pero se sentía frustrado sexualmente. De igual manera Jimin nunca se rendiría y seguirá intentando poner aunque sea un poco, caliente a su esposo.

Ya con sus dieciocho años, y su pubertad a flor de piel quería intentar hacer el amor con el mayor, sabia que dolería, pues lo investigó con anticipación en internet, pero si era Jungkook, que mas daba, no le importaba.

Lo que el pelirubio no sabía, era que su pelinegro, con dientes de conejito tierno, lo deseaba tanto y mucho mas, como lo hacia Jimin. Cada mañana despertarse con su miembro duro, por causa de sueños eróticos con su Jimin y mas cuando el mismo rubio intentaba seducirlo, subiendo a horcajadas sobre sus piernas en todo momento, con toda su fuerza de voluntad alejaba al chico, o cambiaba de tema, o simplemente huía de la escena.

Mi Pequeño Esposo *Kookmin* CORRIGIENDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora