Operación: Recuperación.

Actuación

En el colegio.

Marinette se dirigía a un salón vacío para encontrarse con Adrien.

Sus demás amigas, luego de sentir vergüenza ajena, decidieron ayudarla y Mylene propuso ése plan.

En el colegio, ella esperaría a Adrien en un salón vacío para pedirle su carta sí aún no la leyó y ellas se harían cargó de que Adrien vaya a su encuentro.

La ojiazul, llegó al punto de encuentro y se sorprendió al ver un espejo de cuerpo completo.

-¿Un espejo?

Se preguntó, no sabiendo por que tenían un espejo en ése salón.

La chica, se aseguró que la puerta éste cerrada y sonrió antes de mirarse al espejo y posar.

-Hola, hermosa, ¿a qué hora pasas por el pan?

¿Qué mejor manera de perder los nervios, que éso?

-No te preocupes, no te pediré pan por que tu estás más buena que el pan.

Se halago de manera terrible antes de agacharse levemente y tocar el espejo, donde reflejaba su rostro.

-Mira lo que eres, belleza, inteligencia, con sentido del humor, adorable... ya no aguantó, hazme un hijo.- exclamó mientras extendía sus brazos.

Jugar frente a un espejo era divertido.

Cortando bastante la distancia como sí estuviese por besar al espejo, se acercó.

-No es por nada pero, eres condenatamente sex...

Un sonido la sacó de sus pensamientos y volteó, para ver a Adrien, quien estaba en un rincón de la habitación.

Adrien... llegó antes que ella.

-Yo... jh... las chicas dijeron que me querías decir algo... jah... importante.- aclaró el chico mientras tapaba su boca, intentando no reírse.

Marinette se sonrojo mientras se alejaba del espejo.

¡¿Por qué se la pasa avergonzandose a sí misma?!

-¡Por favor, olvida lo que viste!- pidió mientras se acercaba a su amigo.

Adrien, sonrió y se acercó un poco a ella.

-No te preocupes, no vi nada... chica sexy.- bromeó el rubio.

-Que alguien me mate.- y Marinette se cubría el rostro con vergüenza.

Un día, tan sólo un día en el que no se averguence a ella misma.

¿Es mucho pedir éso?

-Pero enserio, ¿qué me quer...

-¡Estaba actuando! Sé que a ti te gusta la actuación y fingi que no sabía que me estabas viendo. - mintió ella de tantos nervios que tenía.

Adrien, la miró con asombro por éso.

Sí que actúa bien.

-¿Lo dices enserio?- preguntó el chico.

La azabache, se cruzó de brazos y asintió con la cabeza.

-Sip, ¿verdad qué te engañe?
Quiero ser diseñadora pero no me molestaría hacer una que otra película contigo.

"¡Que se la crea, que se la crea, que se la crea, que se la crea...!"

Adrien, miró detalladamente a su amiga y sonrió.

No sabía que a Marinette le gustaba la actuación.

-Bueno, lo tendré en cuenta.
Nos vemos.

Y el chico se fue, asumiendo que éso era lo que le quería decir Marinette.

-Sí, hasta luego.- dijo la chica mientras se sentaba en el suelo, agotada.

Su reputación, se salvó por otro día (Adrien y todos ya están acostumbrado a que haga algo vergonzoso por día pero ella no lo sabe)

Tikki, salió de su escondite y la miró con curiosidad.

-Marinette... se te olvidó pedir tu carta de regresó sí es que no la leyó.
Debías decirle que la carta era una broma. - recordó la kwami.

El rostro de la azabache se puso pálido y pronto se apretó la cabeza con sus manos.

-¿Cómo puedo ser tan tonta?

Y ésa, es la pregunta del día.

Y así, Marinette falló en recuperar su carta pero por suerte, Adrien aún no la lee ya que era el de siempre.

Continuará...
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¡Hola!

Comparado con los dos capítulos anteriores, no se auto-avergonzo tanto está vez, ¿no?

Espero que les haya gustado el capítulo.

Gracias por su tiempo.

Volveré...