Primera Carta

Hola,

Siento la necesidad de decirte esto, siento la necesidad de usar esta excusa de "hacerte una carta a vos mismo" para descargar lo que tanto quise decir. Sabés ¿qué es lo que tanto que quiero decir, a pesar de que, aunque sepas muy bien, nadie te dijo?, que estoy orgulloso de vos. Estoy orgulloso de que hayas podido salir adelante, hayas podido enfrentar y aceptar quien sos, y hayas tenido el coraje de luchar por lo que te parece correcto.

Me da tanta alegría que hayas luchado por ver a la gente que te importa, ser feliz, que hayas puesto su felicidad ante la tuya, pues eso habla de lo buena persona que sos.

¿Sabés qué? Puede ser que lo mejor que te hayan pedido en este preciso momento, es que te redactes una carta a vos mismo, porque en palabras de repente no se puede plasmar totalmente lo que uno siente. Sin embargo, al escribir, uno puede moldear el texto a su manera.

Esta carta se trata de que te acuerdes que vales mucho, y que por más de que no te lo hagan acordar cada rato, y que el mundo te demuestre lo contario, mereces ser feliz.

Nadie más que vos sabe lo que pasaste, ya nadie más que vos te puede entender; y no es por ponerte en papel de víctima, creeme, sino es por darte un cierto alivio, una cierta tranquilidad, ese sentimiento de confianza que tanto necesitas; lo que frecuentemente pedís, "bajarle un cambio" a la vida. Poder mirar su sencillez, su belleza, su simplicidad.

Necesito que luches por tus sueños, pero antes que nada, necesito que definas cuáles son tus sueños. Más que nadie, vos sabés, que una lucha sin objetivo, es una lucha sin sentido.

Decidas lo que decidas, quiero verte feliz. Necesito verte feliz!. Necesito verte sin miedo, y sin haberte arrepentido de tus decisiones. Te visualizo, más que en un estado financiero concreto, en un estado emocional concreto; en donde, más que ser dueño de tus propios gastos, puedas ser dueño de tus propias emociones.