Orgazmy ; Lisoo G!P

dwa (2)

                — ¿Dónde estabas? Hace más de una hora estoy aquí esperándote.— reclamó Rosé, tiritando cual hoja por el frío.— Nayeon y Jennie se cansaron de esperarte.

                Lalisa tendió su mano para ayudar a su amiga a levantar su pequeño trasero del piso.

                — Lo siento, me quedé dormida.— explicó.

                — Ya veo. — respondió la rubia, sus ojos recorrieron el cuerpo de Lisa, reconociendo el buen aspecto, pero no había tiempo para halagarla. — Ahora apúrate a caminar, el vip vence si entras después de las doce y media.

                Caminaron a paso apresurado, siendo retrasadas por el pie de Rosé, que se torcía encima de esos llamativos tacones. Lalisa la frenó, sin entender aún porqué usaba esas cosas.

                — Esas mierdas nos están haciendo perder tiempo.— dijo.— Quítatelas.

                — ¡Ni loca!— frunció el ceño y dobló su mano en dirección a la peligris, como una diva.— Además, no tendríamos que correr si no te hubieras dormido en primer lugar.

                Lisa rodó los ojos y volvió a caminar, a veces Rosé podía ser de lo más dramática.

                — Si no conseguimos el vip, pagarás todas las bebidas.— advirtió y se cruzó de brazos, cerrando su abrigo de jean.

                — Es en la siguiente calle.— respondió.— Vamos a llegar.— estaba realmente confiada de eso, pero tal vez no debía.

                Un hombre robusto y con poco pelo las recibió, luego de hacer unos cinco minutos de fila, con la noticia de que no había más espacio en la sección vip.

                — Voy a matarte.— amenazó la rubia a Lisa, una vez dentro.

                — Al menos no quedamos afuera.— se encogió de hombros, moviéndose ligeramente al ritmo de la música.

                — Voy a llamar a las chicas para avisarles.— la menor asintió, observando al rededor.

                Hacía mucho que no salía, así que estar en ese lugar la hacía sentir como en el festival Tomorrowland, sólo que con más coreanos.

                Divisó la barra y caminó hasta allí, logró llamar la atención del chico detrás con un gesto algo extraño de manos. Lo había aprendido en alguna película.

                — Lo más fuerte, por favor.— pidió. La mano de Rosé la sorprendió, apoyándose en su hombro.

                — Jennie dijo que tiene una amiga que puede conseguirnos unas entradas vip.— sonrió de manera inmensa y Lisa levantó las cejas.— Dijo que la esperemos aquí.

                — Genial.— miró a todas partes, vio muchas cabezas, muchas chicas. Pero entonces supo que no sabía a quien buscaba.— ¿Tienes idea de cómo es?

                — No.— respondió, frunciendo sus labios y luego ambas rieron.

                El ruido de un vaso golpeando con la madera de la barra las sobresaltó un poco. Voltearon y una chica pelinegra, del otro lado las observó con una sonrisa. Lisa creía que tenía unos labios bonitos.

                — ¿Rosé y Lisa?— preguntó, arrastrando el vaso hacia la peligris. Rosé asintió.— Genial, soy Jisoo. Aquí tienen sus vip, disfrútenlo.— sonrió, ésta vez dejando ver su brillante dentadura.

                — Muchas gracias, un gusto conocerte.— la rubia respondió, tomando las pulseras que había extendiendo la amiga de Jennie.

                — No es nada, el gusto es mío.— miró a Lisa y le guiñó el ojo.

                Al principio, ella creyó que tal vez había sido un reflejo de la luz, pero estaba segura de que la luz no usaba máscara de pestañas. Simplemente le sonrió de vuelta y cuando la morocha se fue, arrastrando su mano por la barra, abrió los ojos y frunció las cejas extrañada.

                — ¿Viste eso?— le dijo a Rosé, pero ella estaba demasiado ocupada poniendo su pulsera.

                Levantó la cabeza y la miró con cara de obviedad; — Amiga, claro que lo vi.— dijo entonces y Lisa iba a hablar, pero al parecer no estaban en la misma página.— ¡Ella apareció como un hada madrina y nos dio pases vip! Es divina.

                Sentenció y comenzó a caminar hacia el área vip.

                — Y tú eres hueca.— dijo una vez que la mayor se había alejado lo suficiente, para luego igualar su paso.

Volví perras🤡 y estoy haciendo más largos los capítulos *aplausos*