¡Oh! Pobres de nosotras, criaturas de Dios,
pecadores sin pecar,
pescadores sin pescar,
trabajadores sin trabajar.
¡Oh de nosotras! Criaturas de Dios,
pensamos en la figura de Dios como un ser justo,
Dios es un ser benévolo, todo sea dicho.
Dios nos ofrece la salvación,
pero, qué salvación hay sin arrepentimiento,
qué arrepentimiento hay sin pecado.
Estamos llamados a ser seres con intenciones de salvación,
pero, no podemos salvarnos de algo no cometido.
El ladrón, irá al calabozo una vez cometida su acción característica de su denominación,
el ladrón, no irá al calabozo si no comete su acción característica de su denominación.
Bienaventurado aquel que no cometa pecado,
aquel que no comete pecado alguno en su plena vida,
aquel que no merece la salvación.
Pecadores debemos ser,
arrepentidos debemos estar,
sólo así acudiremos a la divina salvación.
Seres pecadores fuimos,
seres pecadores somos,
seres pecadores seremos,
sólo así podremos salvarnos.
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El Libro del Pensamiento.
SpiritualEl Libro del Pensamiento es una obra escrita durante un periodo aproximado de ocho meses en los que yo, como autor, me he dedicado a analizar de una forma un tanto poética diferentes temas que considero propios de ser meditados y sacar reflexiones f...
