¿Quién eres?

Epílogo

En la casa Dupain Cheng.

Marinette estaba recargada en el barandal de su balcón con una botella de leche a medio tomar es su mano derecha.

La vida ya no tenía sentido, siempre pasó por cosas malas y las superó pero éso no tenía arregló... no podía hacer nada y ya estaba cansada de luchar.

-¿Marinette?

Una voz conocida llamó a la chica y no se esforzó a volear e ver quien era.

Chat noir, se acercó a ella con mirada de alguien muy arrepentido.

-Garras fuera. - susurro mientras perdía su transformación.

Plagg, se estaba por acomodar para ver ésa película en realidad pero Tikki apareció de la nada y se lo llevó a rastras.

Sus portadores necesitaban un momento a solas.

-Perdí más memoria de lo que creía, lo siento.

Se disculpó mientras Marinette movía su botella de leche, sin siquiera verlo.

El chico, se sintió totalmente mal por verla así.

Todo era su culpa, por su culpa Marinette perdió su sonrisa, por su culpa ése corazón que estaba abierto para todos, hoy fue cerrado por miedo a ser herido otra vez.

-¿Te digo algo?
Siempre me gustaste pero le era fiel a lo que sentía por Ladybug.
Al principio te apreciaba, después de admiraba y después... empezaste a causar estragos en mi interior pero no quería darle mi corazón a nadie más que no sea my Lady, pero ahora que recuerdo que eres tu, me siento... felíz y a la vez triste.
Felíz por que mis dos chicas son las mismas y derrotamos a Hawk Moth, pero triste por que te heri.
Soy un mal guardián, no sirvo como compañero, como tu fiel guardián por que te hago daño.
Por favor, perdóname y... no te pido una oportunidad por que no me la merezco, sólo... sólo no me odies.

Todo ser humano comete errores y no podemos volver al pasado para arreglarlos pero podemos aprender de ésas cicatrices que quedaron en nosotros y Adrien se daba cuenta de éso.

Marinette, por primera vez lo miró, sin mostrar ningún tipo de expresión en su rostro.

Adrien, se sintió algo incómodo por éso.

-¿Podrías dejar de hacerme la ley del hielo y gritarme, insultarme, pegarme o lo que realmente quieras hacerme?- preguntó, queriendo acabar con éso lo más rápido posible.

La chica, volvió su mirada al frente mientras movía su botella de leche.

-¿Sabes? Un humano puede recibir todos los golpes del mundo y sí pierde hasta una parte de su cuerpo, como un brazo o una pierna, siempre puede vivir, es difícil pero puede vivir.
Pero hay daños que duelen más que miles de golpes...

Adrien, agachó la mirada al oír éso.

El daño más terrible que alguien podía recibir, superando a cualquier golpe físico, era las palabras.

No importa que tan fuerte sea alguien, sí una persona de suma importancia dice algo que no quieres oír, te derrumbas por completo.

-Así es, lo más doloroso es que tu anime favorito terminé con un final abier...

-¡¿No estabas hablando de nosotros?!- preguntó Adrien con enojó.

La chica, suspiro con fastidio.

-No todo gira en torno a ti, ¿sabes cuánto me gustaba ése anime?
Y el manga no está terminado así que no sé con cual de las hermanas se va a qued...

-Marinette, por favor, nosotros antes que el anime.

¿Cómo es que nunca podía entender por completo a ésa chica?

Quizás... ésa es una de las razones por lo que le gusta.

Marinette, se paró de manera firme y miró al chico mientras se cruzaba de brazos.

-¿Nosotros? Que yo sepa, tu dejaste en claro que no podía haber un nosotros. - recordó.

El ojiverde, agachó la mirada por unos segundos y la volvió a levantar para mirar fijamente a la ojiazul.

-No por que lo merezca, sólo dame una oportunidad para que pueda demostrarte lo arrepentido que estoy por herirte.

Pidió con voz llena de arrepentimiento.

Marinette lo miró fijamente sin responder.

Realmente, le dolió bastante lo de antes ya que no quería ser rechazada, pero conocía los verdaderos sentimientos de Adrien, de cómo ella de la nada pudo hacerle frente a los sentimientos de él por Ladybug, ella misma.

Los dos eran jóvenes y seguro cometerian errores que podrían herir al otro y aún de adultos éso pasaría, pero... sí se eran fieles y superaban toda lucha que se les presentaba, ¿qué los podría separar más que la muerte?

-Nunca estuve enojada contigo, yo tampoco soy perfecta, pero... mi anime...

Con drama, levantó sus manos mientras miraba al cielo casi nocturno y Adrien suspiraba profundo y negaba con la cabeza.

Ésa chica era única e irremplazable.

Agarrando las manos de ella, se acercó mientras se mirabana fijamente a los ojos.

-Marinette, ¿me permites ser tu novio?- preguntó mientras sonreía con calma.

La azabache, parpadeo un par de veces y pronto sonrió.

-Pero no me olvides otra vez, ¿sí?

Y con ésa confirmación, Adrien se sintió en paz con él mismo antes de acercar su rostro al de su novia y darle un beso en los labios, antes de regalarle su corazón.

Jamás olvidaría a ésa adorable y traviesa chica... ya no más.

¡¡¡FÍN!!!

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¡Hola!

Ahora sí, aquí concluye está historia 👏👏👏

Estaba por concluir "melodías peligrosas" pero ya me dio pereza así que la dejó para después.

Espero que les haya gustado está pequeña historia en la que Adrien no fue muy listo.

Gracias por su tiempo.

Hasta la próxima...