CAPITULO 1

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Puedo sentir la adrenalina recorrer cada parte de mi cuerpo corro con tanta intensidad que mi cuerpo me pide a gritos que pare -pero no puedo- mi costado duele debido a mi respiración frenética y mis músculos tiemblan agarrotados, puedo sentir el sudor caliente correr por el centro de mi espalda  pero debo seguir. Nunca he sido una persona muy atlética y se que después de esto mi cuerpo me cobrara factura con el dolor corporal que sentire despues.
-si es que salgo viva de esto-
Mi bolso choca a un costado con un movimiento sincronizado, mi cabello vuela descontrolado hacia atrás a causa del aire -maldigo a todo lo físicamente posible por no haberlo cortado semanas atrás-  debí darme cuenta al salir de la cafetería donde trabajo que los dos tipos consusadera eran sospechosos. Debí darme cuenta que cuando tomé La costa Street empezaron a seguirme. También que cuando doblaron en Middle Street al igual que yo debí acudir por ayuda en la Licorería que es 24 horas, pero no en vez de eso crei que estaba siendo paranoica
-solo es coincidencia- pero no empezaron a acelerar su paso hacia mi causándome pánico, obviamente esperaron hasta que  llegara a la calle Mendoza Street para actuar puesto que aquí empiezan las afueras y es mas solitario, donde lamentablemente esta mi apartamento.
No iba a encontrar alguna otra tienda disponible o alguna persona merodeando a estas horas puesto que eran las 2 de la mañana del domingo.
Había salido más tarde de lo normal del trabajo y a pesar de que ya llevo años viviendo por estos lados de la ciudad de Los Angeles nunca antes habían intentado asaltar me
-siempre ahi una vez para todo- puedo asegurar que si no paro en algún momento mis pulmones va a explotar debido al maratón que estoy realizando pero mi única esperanza es llegar a mi apartamento, se que son de muy mala muerte pero a pesar de eso no entras si no eres residente la reja de la entrada lo comprueba, y yo tengo la llave de esa reja, solo ocupo mantener distancia para que me de tiempo de abrirla antes de que me alcancen -Mierda- nunca debía haber aceptado trabajar tan tarde sabiendo que no hay autobuses los domingos pero la necesidad de horas extras fueron más grande.

Cuando logro distinguir Anita Street que es la misma calle donde se encuentra mi edificio suelto un grito de felicidad que terminó siendo un alarido de lamentó
-todo mi cuerpo quema- 
empiezo a buscar mis llaves del apartamento a tientas no puedo evitar reducir mi velocidad pero aun asi no me paró del todo volteo hacia atrás y veo que los tipos siguen tras de mi la unica diferencia es que ya no traen la capucha se les ha caído debido a la persecución que me están dando.  -mierdaaa- suelto cuando siento la punta de mi zapato tropezar con el asfalto, causandome un traspié
-por la sorpresa-
siento como mis llaves se deslizan de mis dedos que muy estúpidamente soltaron las llaves calleándose bajo de unos de los carros estacionados
-estoy jodida-

Desesperada me agacho rápidamente a buscar mis llaves. Para cuando las agarro y me levanto ya es demasiado tarde dos figuras están frente a mi 
-estoy frita-
mi respiración es entrecortada mis manos aprietan mi llaves tan fuerte que podría jurar que han cortado la piel de mis palmas tengo cabellos pegados a mi frente debido al sudor acumulado pero no me molesto en quitarlo
-tengo miedo moverme-
mi cabeza trabaja a mil por hora buscando una solución y así poder librarme de este lío, no existe ninguna posibilidad que yo me enfrente a ellos son dos y al momento de querer atacar a uno el otro se me echara encima y entonces estaría perdida, están a unos diez pasos lejos de mi si me hecho a correr nuevamente les accedo la oportunidad de agarrarme por la espalda y eso tampoco es una buena idea puesto que con más facilidad me inmovilizaron
-  ideas llega como olas ami cabeza , pero ninguna efectiva -
Sus caras rojas debido a la corrida  y sus sonrisas lascivas me causan escalofríos sus ojos reflejan deseo, su posturas agresividad y se que no nada más buscan algo de valor.
Entonces esta vez más pánico recorrer mi cuerpo, cuando uno de los hombre frente a mi esta apunto de decir algo es distraído al igual que yo por algo a nuestros costados
-una sombra-
una nueva oportunidad de esperanza se arriaga en mi piel, pero cuando verificando al otro lado de la calle no hay nadie vuelvo mi mirada rápidamente a mis agresores pensando que aprovecharía mi distracción para atacarme pero nuevamente algo nos distrae es otra vez una sombra pero esta vez a pasado anormalmente rápido
-que diablos fue eso-
de un momento a otro ya no solo es una sombra que pasa si no dos luego tres luego cuatro, cuando volteo nuevamente a ver a los agresores estos ya no me prestan atención a mi, estan con sus ceños fruncidos y han retrocedido unos cuantos pasos.

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