OBSCURE

CAPITULO 2

Han pasado aproximadamente tres horas desde que empecé a manejar. Puedo sentir mi brazos agarrotados de estar en la misma posición por tanto tiempo, contando que no he dormido absolutamente nada
-me siento agotada-
el cielo ya ha empezado a teñirse de azul dejándome saber que en cualquier momento el sol de California pegará con todo su esplendor.

No he podido eliminar de mi cabeza lo ocurrido de hace apenas unas cuantas horas, tratando de comprender cada pequeño detalle pero por más vueltas que lo doy al asunto terminó tan perdida como al principio
-no logró digerir la locura de mundo con el que
me he topado-
he tenido la mala suerte de estar en el lugar y momento equivocado.

Algo que me inquieta es el momento en que atacaron a los dos hombres que habían intentado asaltar me
-mi estómago se revuelve frenéticamente nomas de recordar-
no he pasado por alto la extraña acción que tuvo el compañero del rubio Jared - quien traía la chaqueta negra- al momento de ser atacado el solo se quedó inmóvil mientras una de las sombra se apresuraba hasta el, a diferencia de mi no huyo, no grito, no mostró algún indicio de pánico solo se quedó allí parado mirando directamente hacia la sombra -podría ser que se quedó en estado de aturdimiento- 
pero aun así el cerebro humano suelte reaccionar a modo automático cuando estamos en peligro lo cual nuestro primer instinto es huir que claro no fue el caso de el, fue como si de pronto sus pies hayan quedado sellados a la banqueta -soltando un suspiro- me digo a mi misma que deje el tema de una buena vez por todas, puedo sentir un pequeño zumbido en mi sienes debido al cansancio, se que la única manera de conseguir respuestas es por medio del demonio que se encuentra en el asiento de copiloto, volteando momentáneamente a su dirección me doy cuenta que Bill está perdido en sus pensamientos, no hemos dicho absolutamente nada desde el momento que emprendimos viaje y he estado tan absorta en mis pensamiento que no le he dado la mínima importancia -qué estará pasando por su cabeza-  me concentro nuevamente en la autopista.

Se muy bien que Bill no es su verdadero nombre, recuerdo muy bien cuando anteriormente comento ~el nombre de un demonio tiene poder~ o algo asi, por un momento crei que tendria que seguir llamándolo alas huesudas pero no, al final de cuentas me dijo cómo llamarlo y lo agradezco -Bil- un nombre común y normal, me hace sentir como si viajara con una persona ordinaria y no un demonio con cara de ángel. 

Me obligó a pensar que solo serán unas horas las cuales tendré que lidiar con esta locura, solo tengo que esperar a llegar a San Francisco para huir de este demonio y tomar un autobús de regreso a Los Ángeles  ¿sería eso la mejor solución? ¿será tan fácil como suena? qué tal si vuelvo a toparme con alguna criatura o sombra, y no solo eso, acabo de descubrir un mundo totalmente nuevo de esos que ahora están catalogados como fantasía o ciencia ficción, podría simplemente dar la espalda y quedar llena de preguntas sin respuestas para después sólo esperar que al paso de los días, meses o años estos acontecimientos se vuelvan un vago recuerdo -vamos Roxette- ¿no tienes curiosidad? o tal vez podría seguir el transcurso junto al demonio y descubrir que más ahi detrás de todo esto a pesar del peligro que conlleva ¿podría?Bill prometió que me protegería -estará dispuesto a hacerlo realmente-

El hecho de que en cierta forma este tomando toda esta situación de una manera tan tranquila me aterra y no solo eso sino que a pesar de todo no puedo negar el sentimiento de familiaridad que siento muy en el fondo, admito que todo esto a sido un golpe muy fuerte para mi cordura pero porque desde que el demonio apareció hace solo unas horas siento una familiaridad poco común hacia él y hacia sus alas por más extraño que parezca, es como si no fuera la primera vez que me enfrento con algo como esto.

Tomó la siguiente salida de la autopista, hace veinte minutos atrás una luz en el tablero me ha advertido que estoy a nada de quedarme si combustible y lo que menos quiero en este momento es que terminemos tirados en media autopista, el demonio -de rostro perfecto- al notarlo rápidamente se pone alerta mostrando por fin después de tres horas de manejo señales de existencia.