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"Debería haber salido hace bastante rato ya." Murmuro nerviosa mientras la madre de Hero se pasea frustrada frente a mí.

"No tiene idea del castigo que le esperará en casa." Susurra más para ella misma. Bufa y se sienta a mi lado, cruzándose de brazos, enojada.

"Estoy segura que él no iba con esas intenciones." Defiendo a Hero, ya que noto lo furiosa que está su madre. "Por favor escúchelo antes de regañarlo, él no es así. Ted lo provoca demasiado."

"Pero Ted y él son amigos, ¿por qué pelean así?"

Me sorprendo al oír eso y abro los ojos de par en par. "¿Amigos? Ellos... Ellos dejaron de serlo."

La puerta de la oficina se abre bruscamente y Hero sale de allí bastante enojado y con un ojo un poco morado.

Me levanto del asiento junto con su mamá y cuando nos ve, su ceño se relaja un poco.

"Lo siento," es lo primero que dice, y no sé a cual de las dos se lo dice, puesto que nos observa a ambas. Suspira un poco frustrado y se revuelve el pelo. "Me han suspendido por hoy y mañana."

"Vete al auto, Hero, después hablaremos." Le dice su madre, seria y sin ningún tono de regaño.

Él asiente, pero antes de irse me observa por unos segundos y me abraza. Bastante fuerte, y suspira en mi cuello.

"Ve a mi casa después, si quieres." Susurra separándose. No digo nada, ya que no sé qué decirle, en realidad. Todo este tema de él sintiendo algo por mi es bastante extraño aún.

"Adiós Sammy." Me dice su madre y yo le doy un corto abrazo. Salgo con ellos de la oficina y me dirijo a la enfermería, donde dije que estaría.

Fue una pequeña mentira para que me dejaran salir a ver a Hero, pero la enfermera siempre me ayuda dejándome quedarme allí cuando lo necesito.

Entro y me siento en una pequeña camilla, sacando de mi mochila un libro que estamos leyendo en literatura. Este es un buen lugar para leer, ya que nada realmente malo sucede en esta escuela. Nadie se accidenta, nadie hace nada más que pelear a puñetazos como el jodido de Ted.

"He visto como tu novio peleaba," me dice la enfermera y yo la observo confundida.

"¿Habla de Hero?" Ella asiente. "Él no... Él no es mi novio." Murmuro un tanto incómoda.

"Oh, ¿en serio? Pensé que sí, con todas esas cosas que él decía de ti, llegué a imaginar que hasta se iban a casar." Suelta una leve risa.

"¿Qué cosas?"

¿De qué habla esta mujer?

"Oh, él vino hace unos días porque tenía los nudillos horribles y necesitaba que se los curara. Le pregunté cómo se los dejó así y me contó que estaba enojado con Hansen, ese chico problemático. Y bueno, me habló de ti."

"Pero... ¿Por qué tenía los nudillos así?" Yo no sabía de esto.

"Golpeó la pared, al parecer. Dijo que estaba furioso por lo que Ted hablaba de ti y simplemente hizo añicos su habitación."

Mi rostro debe verse demasiado sorprendido, y no sé si es por el hecho de que Hero había contado prácticamente todos nuestros problemas a la enfermera, o porque debe haberse golpeado realmente fuerte si es que tuvo que venir aquí a que lo curaran.

"Yo creo que él te quiere bastante," me dice, interrumpiendo mis pensamientos. "Además, es lindo. Es un buen chico para ti."

Suelto una risa nerviosa y no digo nada, porque, demonios, me incomoda hablar de esto. Hero siempre ha sido mi amigo, casi mi hermano, ¿cómo se supone que puedo verlo como algo más luego de todo lo que pasó? Es extraño. Demasiado.

"Siempre noté esa pequeña chispa entre ustedes dos, desde el primer año," continúa hablando. "Recuerdo que eran pequeños, y discutían por quien iba primero al salón luego de estar aquí tres horas seguidas."

Me río por aquel recuerdo. Siempre hacíamos eso. Faltábamos a clases juntos y las pasábamos aquí, pero después nos daba miedo ir al salón porque sabíamos que nos regañarían.

"Es raro pensar en una chispa entre nosotros." Digo honesta.

"Siempre estuvo, ¿lo sabías?" Musita y yo niego. "Creo que todos lo notaron menos ustedes."

"Así veo." Suelto un suspiro. "Debería ir a clase," digo tomando mi mochila. "Iba a intentar leer aquí, pero creo que es mejor ir al salón. No quiero problemas."

Ella asiente y me sonríe. "Cuídate, Samarah."

"Adiós," le digo y salgo de la enfermería, no sin antes tomar el pase que ella hizo para que yo entrara a clases.

Los pasillos están vacíos y demasiado solitarios, dándome una sensación de frío. Las clases comenzaron hace cuarenta minutos, y realmente no quiero entrar. Por alguna razón, literatura no es igual si Hero no está.

Me dirijo al salón y antes de entrar, mi teléfono vibra, y leo el mensaje que me ha llegado.

Jodido imbécil:
¿todo bien?

Yo:
todo bien conmigo, ¿y tú? ¿ya te han sermoneado?

Jodido imbécil:
la verdad es que no. mi mamá solo me dijo que espera que no vuelva a pasar, y que le cuente por qué estaba peleando. es extraño.

Yo:
debo entrar a literatura, pero después me cuentas. iré a tu casa cuando termine la hora. nos vemos.

Abro la puerta del salón luego de guardar mi celular, y noto que todas las miradas se centran en mi. Me incomodo un poco y levanto mi mano con el pase hacia el profesor.

"Estaba controlando a su novio," murmura alguien y todos ríen. Intento buscar a quien lo dijo, pero no reconozco la voz.

Me voy a mi asiento y espero a que el profesor siga con la clase, y lo hace luego de unos segundos de verificar el pase. Saco mi libro y me hundo en el asiento mientras intento concentrarme en lo que estamos leyendo.

Pero no puedo.

¿Controlando a mi novio? Hero no es mi novio. ¿Todos piensan eso? ¿Fui yo la única que no vio las cosas de esa manera?

Quiero que los veinte minutos de clase pasen rápido, ya que luego de esto, podría irme a casa.

Bueno, a la de Hero. Realmente quiero saber qué sucedió.

Un pequeño escalofrío recorre mi cuerpo al pensar en él peleando por mi culpa. Y no quiero pensar que así fue. No debería estar metiéndose en problemas por defenderme.

Y conociendo a Ted, es bastante probable que haya empezado la pelea él.

Algo ligero golpea mi cabeza y me giro a ver en la dirección en que venía, encontrándome con Acacia mirando hacia mi con desesperación.

"¿Qué sucedió?" Susurra. Ruedo los ojos por su, no tan sutil, forma de preguntar las cosas.

"Ted sucedió."

Ella bufa bastante fuerte, haciendo que todos la observen. "Uh, lo lamento."

Río bajito por su cara de vergüenza. Intento concentrarme en el libro otra vez, pero nuevamente Hero viene a mi cabeza.

Es extraño. Ahora que sé lo que siente por mi, pensar en él es bastante fácil. Quizás esa chispa sí existía desde antes.

Mi teléfono vibra de nuevo y lo saco de mi bolsillo para verlo por debajo de la mesa.

Jodido imbécil:
si te soy honesto, te extraño un poco.

Mis mejillas se tornan rojas y vuelvo a guardar el teléfono.

Dios, Hero Fiennes-Tiffin acaba de decir que me extraña.

complicated. (hero fiennes-tiffin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora