Mi mayor deseo

Capitulo 5

Levantarse temprano era una de las cosas que odiaba en mi vida, escuchar la alarma sonar y saber que tendría un día súper pesado, ya estábamos en los exámenes de las primeras semanas, estaba súper estresada, aparte que Lester ocupaba de mi ayuda las 24/7 y no es que no me agradara, pero también tenía mis exámenes estaba que se me explotaba la cabeza.

Hoy me tocará calculo, Dios odiaba calculo. Quien en su sano juicio invitó Tan cosa, era tan estresante. Lester estaba atrás de mi, preguntando a cada minutos un ejercicio y yo ayudándolo en lo que poda entender.

El maestro llego y se presento, dejo claro las reglas para empezar el examen y comenzamos.

...

—Creo que no estuvo tan mal—comenta Lester al salir del examen más largo de nuestro mes.

Si, dos horas contestando el examen y pensando en qué si de verdad valía la pena estudiar y seguir aquí.

—Si, la verdad es que no estuvo tan mal—le respondí. Y era cierto, fueron dos horas pero los ejercicios no estuvieron tan difíciles.

Será que por tanto ayudar a Lester lo tome muy bien o porque las cuatro horas antes del examen estudie lo que debía.

—Bueno vamos a comer, necesito vitaminas para mi hermoso cerebro—dice Lester.

—¿Acaso tienes cerebro?— le pregunto asombrada, el me empuja y se ríe conmigo.

Nos dirigimos a la cafetería, podías ver a todos con cara de cansancio y no me imagino como se miraba la mía de puro desvelo.

Nos sentamos en una de las mesas que están enfrente de la biblioteca, creo que no fue la mejor opción no quería pensar en libros por los momentos.

—Oye, sabes que ayer Aser preguntó por ti—me cuenta Lester, llevándose un bocado de su lasaña a la boca.

—¿Aser?—preguntó, no se quien rayos es Aser, tomo un poco de mi jugo de manzana.

—Si, el chico que se te paró enfrente el otro día en las canchas—cuenta súper alegre, y ahí caigo en cuenta.

Aser es el chico de ojos verdes, no puedo creerlo, porque preguntaría por mi.  

Y me sonroje ahí mismo al pensar que podría estar interesado en mi. 

Pero automáticamente tire esos pensamientos a la basura no podía seguir en ese plan, no podía ilusionarme ante aquellos ojos, no era por lo que vine a esta ciudad. Yo venia a olvidar todo lo que había pasado hace unos meses atrás . Y volver a enamorarme no estaba en mis planes. 

Aparte lo que paso con Aser unas semanas atrás solo fue un error. Jamas tuve que haberle seguido el juego esa noche, solo creo que me deje llevar por las hormonas y no pode controlarlas, pero solo fue eso. 

 —Tierra llamando a Nie—Dice Lester, yo lo volteo haber y le saco la lengua.

—Estoy en tierra—Contesto, tomando un poco de mi jugo. 

Me acomodo en mi asiento, me duele mucho el trasero de estar solo sentada. 

—Claro, solo te mencione al guapo de los Alcones y automáticamente te perdiste—Lester me ve con su típica cara de que tiene toda la razón, ya sabes las cejas en alto y una sonrisa de dientes completos.

Bufo y volteo mis ojos. 

—Ni se te ocurra pensar otra cosa, con el nunca—le aclaro con toda sinceridad —Aparte ya levantémonos y vayamos a caminar me duele el trasero. 

El se levanta y yo le sigo, eso me gustaba de Lester. A pesar de tener poco tiempo juntos, el sabia muy bien que cuando un tema me incomodaba bastante y yo seguía aclarando que no era ese el punto de mis perdidas de concentración. El no decía mas. Solo se callaba o me seguía al dar una idea. 

No lo se, eso me gustaba saber que no insistía al darse cuenta que yo no quería sacar a luz la verdad. 

Me recordaba mucho a alguien de mi pasado y  se que quería olvidar lo que había vivido antes de estar aquí, pero me alegra mucho saber que podía sentirme segura con el. 

Caminamos toda una hora, el me contó de su familia, la familia de Lester eran personas muy reservadas como cuenta el, sus padres son de un pueblo con creencias religiosas y ellos aun no aceptan la idea de que su hijo tiene preferencias distintas. Dice que es la oveja negra de su familia, tiene 4 hermanos dos niñas y dos varones, sus hermanos son los únicos que no hay rompido las reglas y por eso ellos siguen con sus padres. Lester no quería seguir en aquel pueblo por ello pidió una beca para esta universidad y por su magnifica inteligencia pudo entrar y como lo dice el así salir de aquel pequeño infierno. 

Y es así como llegue a la conclusión de que por eso Lester le gusta salir y divertirse siempre, vivido en un lugar donde todo eso era un pecado y para el estar en este lugar es como libertad en letras mayúsculas, donde no debe fingir y puede ser el mismo. 

Y lo entendía muy bien. Ya sabia como era vivir en un lugar así lo había vivido y no era nada agradable. 

 Después de caminar una hora y escuchar algunos pecados de Lester que cometió en su pueblo nos dirigimos a estudiar ya que mañana seria el examen final. 

Al fin íbamos a salir del estrés de los exámenes, me sentía cansada, nuestra semana se baso en ir a estudiar, desvelarse y ir a cafetería  a tomar café y después ir a estudiar. Solo necesitaba dormir y descansar mi cerebro de tantas letras y preguntas.