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Su cuerpo es el mismo paraíso. Adictivo como los dulces y hermoso como un ángel, superaba sin dudar mi adicción por el azúcar.
Su cuerpo es dulce, y es mi dulce favorito.

×💜×

JiMin cerró la puerta detrás de él con una suave patada, sin separarse de mis labios, cosa que yo agradecí. Lo que menos quería en ese momento era separarme de sus carnosos y dulces labios. Lo acorralé en una pared cercana y el jadeó, yo sonreí en medio del beso. Pasé mis manos de su cintura a sus caderas, y lentamente hasta su trasero. Después de apretar este lugar lo cargué, él rodeó mis caderas con sus piernas y comencé a caminar con él en mis brazos hasta su habitación.

Subí las escaleras intentando tener cuidado de no caerme, se me complicaba un poco gracias al salvajismo con el que JiMin me besaba. Se notaban las ganas que tiene al menos yo las había notado desde hace ya un tiempo.

Logré subir sin tropezarme y entré a su habitación. Lo dejé caer en la cama con suavidad, separándome de sus labios. Me arrodillé en la cama frente a él y comencé a quitarme los botones de la franela, él se mordió el labio inferior mientras me miraba. Realmente no sabía qué le ve de atractivo a mi torso, y soy completamente plano y tengo pancita.

Al lograr quitarme la franela me lancé encima de él y volví a besarlo. Él empujó su lengua contra mis labios y yo los abrí para dejarla pasar, nuestras lenguas parecían tener una danza o algo así, se movían muy bien, cosa que me hacia sentir extrañamente bien.

Pasé mis manos por debajo del suéter que tiene puesto JiMin y acaricié su cintura así, noté que él jadeó y yo me sentí aún más satisfecho. Mis manos recorrieron todo su torso sin dejar de besarlo apasionadamente, estaba intentando hacer todo lo que SeokJin hyung y NamJoon hyung me habían recomendado.

Así que con mis dedos comencé a jugar con los pezones de JiMin, esos que están completamente erectos debido a la excitación.

Él se separó de mis labios y subió los brazos, dándome a entender que quiere que le quite el suéter. Inmediatamente yo lo hice, ambos quedamos sólo con pantalones puestos. Prenda que quiero esté lejos pronto.

Di pequeños y húmedos besos en un cuello de JiMin. También estaba lamiendo, intentaba dejar chupones pero ninguno se veía muy notorio. Lamí su manzana de Adán y escuché su gemido. Bajé lentamente mis besos mientras sentía que JiMin me acariciaba el cabello hasta llegar a sus clavículas. En esta área intenté dejar un chupón lo más notorio posible, y al lograr mi cometido, sonreí grande.

Subí mis besos nuevamente hasta llegar a su boca, la cual estaba levemente abierta. JiMin tiene los ojos cerrados. Se ve tan hermoso así...

Bajé sus jeans ajustados y los tiré en algún lugar de la habitación en el que no estorbarían. Sonreí nuevamente al notar su recién formada erección. Él gimió cuando toqué con un dedo este lugar, y aprecié como se iba poniendo cada vez más erecto. Al hacer esto sentía como yo de igual manera también me iba poniendo así.

Quité mi pantalón he hice lo mismo que con el de JiMin. Lo arrojé a algún lugar en el que no molestara. Sentí alivio al ya no lo tenerlos puestos.

JiMin había comenzado a masturbarse. Movía su mano de arriba hacia abajo en un vaivén que lo estaba haciendo gemir. Para ayudar, yo di pequeños besos en sus piernas, al rededor de todas ellas, en sus muslos, pantorrillas, rodillas, y todo. Recordé lo que Nam hyung me dijo que era una de las cosas más importantes.

Introduje tres de mis dedos en mi boca y comencé a lamerlos y chuparlos. O como dijo Nam hyung, a "lubricarlos". Cuando sentí que ya estaban muy húmedos los saqué de mi boca, y quité con cuidado los boxers de JiMin. Sonreí nuevamente al verlo completamente desnudo.

Tanteé en su entrada, él gimió y yo sin aguantarlo más introduje uno de mis dedos en su ano. Se sentía como si mi dedo se fuese a derretir, su interior estaba demasiado caliente, mordí mi labio inferior. Verlo así me excitaba demasiado.

Entre las embestidas que daba con mi dedo, introduje el segundo y JiMin arqueó la espalda, aumentando el ritmo del vaivén de su mano en su miembro. De la misma forma, yo aumenté la rapidez de las embestidas con mis dedos. Introduje el tercero y JiMin chilló.

Volví a dar besos en sus piernas, ignorando por completo el dolor que sentía en mi entrepierna. Mucho placer ya me daba ver a mi JiMin así sólo por mi.

Cuando yo menos me lo esperaba, JiMin se corrió con un gemido alto, manchando su abdomen. Yo sonreí y saqué mis dedos de su interior. Me liberé de mis boxers, tomé una de las almohadas y la puse con cuidado en el trasero de JiMin, JiMin aún jadeaba, recuperándose de su orgasmo.

Escupí en mi mano y eché el líquido en mi miembro, esperando que con eso se lubricara también un poco. Me masturbé mientras esperaba que JiMin se recuperara, no lo hubiese hecho pero mi pene ya estaba doliendo mucho. Cerré mis ojos, disfrutando de las caricias.

La cama rechinó un poco y yo abrí los ojos para saber de qué se trataba. JiMin había agarrado la almohada para abrazarla, ya que en la posición en la que se había puesto, era lo más cómodo. Sonreí al verlo meneando su trasero como su fuese un perro. Acaricié sus nalgas, y todo me dio a entender que ya estaba listo.

Agarré mi miembro y lo alinié con su entrada. Rocé la glande con su ano y ambos jadeamos. Comencé a entrar en él sin problemas. Él arqueó su espalda y mordió la almohada, yo lo sostuve fuerte de las caderas y llegué hasta lo más profundo que pude llegar. Él gimió.

Comencé a entrar y a salir. Lento y suave, Las paredes de JiMin me estaban apretando y eso me hacía gemir, pasaba mis manos desde sus nalgas hasta su cintura y llegaba a acariciar su espalda, sin dejar de empujar y empujar contra él hasta que lo único que lograramos sentir ambos sea placer.

Aumenté el ritmo de las embestidas a unas muy rápidas. JiMin de repente comenzó a gemir más agudo de lo normal y se agarró fuerte de las sabanas de la almohada. Yo sentía que estaba golpeando con fuerza algo. Comprendí que había encontrado su próstata.

Dirigí una de mis manos a su pene y lo comencé a masturbar nuevamente, era hermoso escucharlo gemir, sólo escuchar sus dulces gemidos me daban a mi mi placer.

Un cosquilleo en mi estomago apareció. Una corriente eléctrica me recorrió todo el cuerpo y gemí muy fuertemente al correrme dentro de él. Di unas pocas embestidas más y JiMin volvió a correrse, ensuciando las sabanas.

Salí de él y sonreí.

Él cayó rendido, jadeando. Yo me acosté a su lado y lo abracé con fuerza.

—Te amo tanto, JiMin. Tanto.— Dije y besé sus labios. JiMin hizo lo mismo.

—Yo te amo mucho más, TaeHyung. Mucho más.

Candy ❤ VMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora