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La había visto mil veces, tal vez había estado toda su secundaria aquí, pero fue en primavera que la vi deslumbrar entre los demás o tal vez fue porque era la primera en acercarse a mí y es porque yo era extraño en todo el sentido de la palabra. Llevaba mi propia comida a la cafetería, era un excluido social, pero para ser exactos nunca me interesó. Hasta que ella me habló y sentí la necesidad de escuchar su voz a diario. Extraño su voz.

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