Harry se incorporó e introdujo la mano en la caja hasta rozar con los nudillos varias capas de papel y cartón.
-¿Está en la otra? -preguntó.
-No, mete la mano hasta el fondo, ya verás.
Y así fue. Tocó con los dedos algo duro y alargado, lo empuñó y lo extrajo.
-¡Es un vibrador!
-No, es un consolador, cariño. Mide veinte centímetros de largo y cinco de ancho, exactamente lo mismo que mi amigo.
Harry se quedó estudiando el aparato mientras le aumentaba el ritmo de los latidos. Aquello era enorme: de goma, negro, recio, curvado y con la punta como la cabeza de un champiñón.
«Exactamente igual que mi pene», había dicho él. Lo recorrió con el dedo, excitado por el tacto casi real de aquellas venas y protuberancias. Con un instrumento así podía hacer como si se tratara de un pene de verdad, fingir que tenía a William en sus manos. Aquel pensamiento se tradujo en un chispazo en el miembro.-Quiero que te lo metas e imagines que soy yo.
Harry estrujó la punta: cedía, aunque no mucho.
-Esto es enorme -Se quejó con la voz queda, el ojiverde.
William se mantuvo en silencio durante unos segundos. Cuando empezó a hablar, adoptó un tono amable.
-Harry ¿Eres virgen... y gay? -Quiso cerciorarse.
El muchacho se ofendió al instante.
-Claro que no soy virgen. Tengo veinticinco años ¿Es que crees que me pasa algo o qué?
Era cierto que tenía sobrepeso, pero ¿Pensaba él que era un bicho raro? Sí, es verdad cuando hablan de que los hombres son prematuros, además de que siendo gay, tienes que estar seguro desde el principio si eres activo o pasivo. O versátil...
-No, cielo, no es eso. Es que quería estar seguro. Escúchame, túmbate y déjame hablar un minuto ¿Esta bien?
-Bueno... -Accedió rezongando, aún molesto por la pregunta.
Se acomodó entre los almohadones y buscó la postura más confortable.
-Quiero que cojas el consolador y que te frotes con él por fuera de la endidura. Sólo rózate con él moviéndolo arriba y abajo mientras te voy indicando qué hacer.
A Harry ya se le había pasado el enfado. Fue siguiendo sus instrucciones, envolvió el consolador con la mano derecha y empezó a masajearse con la punta redondeada. Las palabras que la voz había pronunciado retumbaron de nuevo en su cabeza: está «dura como un garrote», tiene la punta «completamente morada»... Al imaginar aquel pene tocando su propia piel mientras él le separaba los muslos con las manos, su propio miembro tomó vida y empezó a palpitarle.
-Estoy recostado en una silla, me estoy tocando el miembro. Y me encantaría que fuera mi pene y no esa cosa de goma el que jugueteara con tus dulces labios sandía. -La voz de William acariciaba al ruliento como si se tratara de un pañuelo de seda- Frotaría mi polla contra tu trasero una y otra vez hasta que me rogaras que te follara, pero yo no lo haría.
-¿Ah, no? -Gritoneó.
-No, no hasta que te vinieras si quiera una vez, para mí. Así estarías anhelante cuando te penetrara por esa hendidura, pequeña y tensa -Su voz era ahora casi un bramido- Empujaría, entraría y saldría un poco cada vez hasta que empezaras a irte conmigo, entonces, me clavaría entero dentro de ti para que pudiéramos corrernos a la vez.
Harry se lo imaginó encima de él. Tendría los hombros anchos y bronceados; las manos, agradables y experimentadas; el rostro, lleno de amor... Luego se relajó arropado por los cojines del sofá, se puso en cuatro y con la mano izquierda separó sus muslos. Una vez abierto, se pasó el consolador a lo largo de la hendidura con un movimiento lento y rítmico.
YOU ARE READING
Bad Guy. -LARRY STYLINSON
FanfictionSer un chico malo puede ser bueno... Pregúntale a Harry, si no me crees. Lo único que se precisa es al hombre adecuado. Durante el día, Harry Styles es un entregado trabajador social. Por la noche sólo tiene un vicio: al oscurecer, espiaba a sus vec...