Bad Guy. -LARRY STYLINSON

Capítulo 4

Esta es una sorpresa sopresiva. Sí, estoy subiendo capítulo ¿Cuánto? ¿Uno, dos días después de ya haber actualizado? Bueno. Es un pequeño obsequio que, espero, les guste. Quiero avisarles que no he editado del todo, así que lo lamento si lloran sanre, corazones :'(. Comenten y voten mucho, criaturitas. Cambio fuera <3

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Harry alcanzó con el brazo la caja alargada que había dejado en la mesita de café y empezó a rebuscar en su interior. De repente lanzó una mirada de reojo hacia la cámara y preguntó:

-¿Te apetece algo en particular?

-Las pinzas para pezones, Harry... -La voz de William estaba tensa y el evidente esfuerzo que había hecho por parecer natural divirtió al menor.

-¿Te refieres a éstas? -Preguntó al levantar el instrumento que consistía en dos pequeñas pinzas cubiertas de goma unidas por una cadena plateada.

-Sí. -Susurró el ojiazul. Por alguna razón, parecía que William era incapaz de producir frases completas. Harry hizo esfuerzos por no reírse.

-Muy bien, éste es tu juguete. Ahora tenemos que buscar algo para mí. -El ruliento no podía creerse la facilidad con que había pasado a asumir el papel dominante en aquel juego sexual. Continuó hurgando en la caja hasta que dio con lo que parecía un huevo plateado unido por un cable a un mecanismo de control. Esto valdrá, pensó: un huevo vibrador. Levantó el instrumento para que pudiera verlo William, que lanzó un fuerte resoplido. Harry lo cogió todo y volvió a sentarse en la silla mullida.

-Veamos -Comenzó a hablar tratando de parecer confuso- ¿Cómo funcionan estas pinzas? -Como si Nick nunca lo hubiese intentado con él antes.

-Me estás volviendo loco por la impaciencia -Le confesó el mayor.

Harry se volvió hacia la derecha y empleó el brazo para tapar la cámara y evitar así que William viera la escena. Cogió las pinzas gemelas y apretó una de ellas. Como llevaban un muelle incorporado, las gomas se separaron y Harry se pinzó la tetilla izquierda. Al cerrarse de golpe, se le enganchó con fuerza a los pectorales.

-Uf... -Se inclinó hacia delante en un movimiento de reflejo para tratar de calmar el intenso dolor que le producía. Movió las manos cerca de la pinza y estuvo a punto de quitársela, luego se lo pensó dos veces, consciente de que William estaba mirando. Al cabo de un momento, se incorporó, tomó aire y esperó a que desapareciera el dolor. En un par de segundos la molestia ya había disminuido notablemente de modo que se centró entonces en la segunda pinza. Esta vez, la cerró tan despacio que sólo notó un ligero pellizco.

-Déjame verte, Styles. -La voz de William sonaba apremiante. El chico siguió sus instrucciones: se dio la vuelta para dejar que le observara. Parecía un ángel con aquellos tatuajes adornantes, pero se podía ver como aquel suave e indefenso ángel, se convertía en demonio.

El dolor en el pezón izquierdo había desaparecido y se había transformado en un cálido cosquilleo. Ahora ambas tetillas y pectorales estaban extraordinariamente sensibles, como si algún amante hubiera pasado horas mordisqueándole el abdomen.

-Bueno ¿Qué opinas? -Preguntó Harry.

-Estás increíble. -William sonaba ahogado, lo que hizo que Harry se convenciera de que aquel dolor merecía la pena: juntó los muslos para frotarlos entre sí y disfrutar, con ello, de una nueva oleada de excitación; sintiendo una corriente pasar de su estómago a su pene. El vibrador seguía detrás de él, justo donde lo había dejado al coger las pinzas. Lo tomó y examinó el mecanismo de control, que parecía bastante sencillo: un interruptor y cinco velocidades. El chico dirigió la mirada a la cámara.