— Supongo que aquí es — murmure para mi misma cuando levante mi vista hacia mi nueva casa. Verifique la dirección que decía el papel, era un edificio de cinco pisos, era de grandes ladrillos; subi un escalon mientras jalaba mis maletas también.
Mi habitación no era nada lujosa, pero era el mejor y cercano lugar que pude encontrar en el centro de la ciudad. La habitación no era importante aquí.
Mi entusiasmo de explorar la ciudad supero mi deseo de deshacer mi ropa, asi que deje mis maletas abiertas y sali a la ciudad. La adrenalina por visitar la ciudad hiso que mi sueño por el viaje y el jetlag desapareciera.
«¿Qué hago ahora?» Me susurre a mi misma, pero eso era la cosa, habia mucho por hacer, podía hacer lo que quisiera.
Decidi comenzar fácil el dia, y pasar algun tiempo de compras por la ciudad. Era alrededor del mediodía, el sol trataba de penetrar el cielo nublado. Pase por algunas boutiques extravagantes y joyerías, luego decidi ir a una pequeña panadería llamada Eugene’s. tan pronto cuando entre a ella, sabia que habia entrado a la tienda correcta. Para empezar, la pequeña pastelería olia como un sueño, el aire estaba perfumado con aromas de pan recién horneado y bollos de canela. El hombre viejo detrás del mostrador me sonrio y me dio la bienvenida a su tienda, una conrtesia a menudo se olvida en un lugar como Starbucks. Yo pedi un bollo dulce y una taza de café antes de tomar un asiento junto a la ventana en la parte delantera de la tienda.
Cuando me sente a solas con mis pensamientos, creo que lo único que me daba miedo es estar en un país extranjero sola, simplemente, sin tener algún plan. La verdad, no tenia nada que hacer en ese preciso momento. Tener libertad me emocionaba, pero sin embargo también me aterraba. Tenia dudas, talvez soy solo una adolecente ingenua con un sueño molesto. Talvez una chica de un pueblo chico de Florida estaba destinada de estar aquí. Exhale después de darle una pequeña mordida a mi delicioso bollo, entre sorbo y sorbo de mi taza de cafe recién hecho. Un pequeño televisor que estaba en la esquina de la tienda se oia mientras daban algunas noticias. No pude evitar sonreir a mi misma cuando recordé las palabras de Liam Payne diciendo “mi madre siempre llama a la televisión ‘idiot box’ (caja estúpida) . Nadie aquí me creería que estaba en el avión con unas celebridades de Inglaterra, asi que me lo mantendré eso para mi misma. Mi pequeño secreto.
— Muchas gracias, el café estaba delicioso — sonreí cortésmente al anciano detrás del mostrador cuando me levante de la silla.
— Ha sido un place, dulzura — respondió con gusto. —¿Americana? — yo solo rei, y sali de la tienda Eugene’s. inhale del fresco aire de Inglaterra a medida que caminaba por la calle.
Observe la prisa y movimiento de la gente , parejas mayores caminaban de la mano, y las damas en finos trajes paseando a sus perros. No se veía demasiado diferente a Los Angeles o New York de lo que yo imagino.. Tome pasos lentos y pacientes por la acera, iba caminando cuando me encontré con un chico joven, talvez de unos once o doce años, tocando con una guitarra canciones acústicas, la funda de cuero de la guitarra abierta a un lado de el para aceptar el dinero que la gente donava. llevaba un par de pantalones cortos de baloncesto un poco manchados de tierra, una enorme camiseta, y su pelo rubio estaba un poco despeinado. Sus ojos color miel se ampliaron hacia mi con una gran sonrisa cuando me detuve frente a él, y supuse que encuentros como este fueron inesperados para el. El solo habia recibido unas cuantas monedas hasta ahora, y me sentí mal.
Dejo de tocar ese instrumento y me miro expectante. No creo que el hubiera decidido cauteloso o encantado de que alguien le estaba prestando atención a el.
— ¿Cuál es tu nombre? — Le pregunte con una sonrisa.
— Brian — respondió el, sonriendo con timidez, arreglando un poco su rubio cabello.
— Hola Brian. Soy ___. Haces peticiones? — Rei, coloque un billete de cinco libras sobre su estuche de guitarra a pesar de que todavía no habia tocado un solo acorde. No estaba segura exactamente lo que valía el dinero de Inglaterra (euros) pero no me importaba demasiado. Su rostro se ilumino al ver que habia donado,
— Claro! — Respondio con mucho entusiasmo — ¿Qué quieres que toque? —
— Hm.. Freebird?” me rei. El niño lindo rodo sus ojos y sonrio,
— Esto va a tomar mas de diez minutos, asi que…. Van a ser 5 libras mas, porfavor! — bromeo.
— Bueno, vamos a ver. ¿Puedes tocar….— Toque mi barbilla pensando, — ¿One Direction? — Samuel empezó a arreglar algunas cuerdas de su guitarra, colocándose listo para empezar a tocar.
— ¿Cuál canción?
— Asi que te gustan ellos? — pregunte, pensando en como muchos chicos parecen odiar a chicos famosos. Yo esperaba que el tuviera esa reacción o algo asi.
— Bueno, claro, supongo — se encogió de hombros, — Son un poco gay para mi, pero están bien.
Yo me empeze a reir.
— Me refiero a que, ¿Qué chicos usan bufandas? Definitivamente gay. — Le guiñe, imaginando la expresión de Liam si me hubiera escuchado decir eso.
Samuel se rio conmigo, mientras ponía su guitarra listo para empezar a tocar.
“Can we fall, one more time? Stop the tape and rewind….” Cerro sus ojos mientras cantaba, y su voz en realidad era bastante Buena, y me sorprendió que el era capaz de alcanzar las notas altas. Unas pocas personas pasaban por ahí y dejaban un poco de cambio en su estuche de guitarra.
— Nada mal, en absoluto.— Asentí mientras el terminaba de cantar, impresionada por su actuación. — ¿Quién te enseño a tocar asi? — Samuel sonrio encogiéndose de hombros mientras yo aplaudía un poco,
— Nose, un amigo me regalo su vieja guitarra hace ya un tiempo, la recogi y empeze a tocar — Mi boca se abrió con incredulidad
— No hay manera que aprendistes bien! — Dije boquiabierta, un poco celosa, porque yo siempre eh querido aprender a tocar.
— Lose. — respondió el, una amplia sonrisa se extendia por su cara, — Tenia que hacerlo, ya sabes, para hacer un poco de dinero extra.
Fruncí el ceño ligeramente, mirando hacia abajo para ver todo lo que ha ganado hasta ahora. Supuse que en habia un total de nueve libras. Me mordí el labio inferior mientras sacaba otro billete de cinco libras de mi bolsillo y lo ponía lentamente con el resto del dinero.
— Bueno, sigue tocando Samuel — sonreí mientras me alejaba, — Tienes talento, espero verte haciendo cosas grandes algún dia.
— Gracias, señorita, — dijo feliz, despidiéndose — Nos vemos.
Di una ultima mirada a Samuel y segui caminando, habia dejado su guitarra a un lado de el y empezó a contar todo el dinero ganado. Me pregunte donde estaban sus padres. Si tenia padres, si hiba a la escuela, si tenia comida que comer esta noche, cuando fue la ultima vez que tomo una ducha…. pense en si debería o no girar de nuevo a el ofreciéndole un lugar donde quedarse esta noche.
No…. Eso seria un poco raro.
Pero habia algo convincente acerca de ese niño que me dieron ganas de ayudarlo. Di gracias a Dios por todo en lo que me ha bendecido a mi; decidi caminar rápido para llegar pronto a mi apartamento. Cuando mi teléfono empezó a vibrar desde mi bolsillo, era un texto de un numero desconocido.
“Conociendo a nuevas personas, ya veo”