Hice bailar las fresas en mi plato sin comer la tostada francesa, completamente perdiendo cualquier sentido de apetito.
Bebí un sorbo largo y refrescante de mi vaso de agua helada, saboreando el cosquilleo mientras el líquido corría por mi garganta seca ya que parecía estar cerrandose.
Se estaba haciendo más difícil respirar.
El familiar aroma de canela de pasteles horneados con mantequilla llenaron mis fosas nasales y estimularon los recuerdos felices de cuando estuve con Liam en esta esquina de Eugene's.
La camarera seguía dándome miradas de juicio, encontrando extraño que una adolescente, ocupara una mesa sola, negándose a comer la comida que ella había pedido.
Sin embargo, las pequeñas cosas dejaron de importarme.
Era difícil concentrarse en los detalles insignificantes cuando mis horas estaban contadas.
Solo era el mediodía.
Solo tengo 360 minutos para el final.
If we could only have this life, for one more day
If we could only turn back time…
La bella melodía conmovedora de la canción de Liam repetia en mi cabeza.
Era la única pieza de Liam que tenía que mantenerme en el, para hacerme fuerte.
Para saber que alguien haya fuera me entendia.
— Y ahora, ¡Tenemos a Rebbeca Jennings on las noticias del espectáculo! —la televisión pequeña, difusa en la esquina anunció.
— ¡Gracias Robert! — La voz demasiado feliz de el locutor respondió —¡Se trata de esra época del año para informar el 31 aniversario de la Caridad de hambre en Londres!
Tosí, disparando mi mirada a la señora que llevaba mucho maquillaje y un traje de negocios en la televisión.
— Muchas celebridades fueron, ¡Por supuesto! Leona Lewis se veía spectacular en su vestido rojo de Sherri Hill —comentó la señora, mostrando una foto de la estrella de Factor X que aparecua en la pantalla.
— El primer ministro también fue —continuó —Pero no olvidemos de la sensación favorita de todos, la banda de chicos, ¡One Direction!
— ...y sus citas —dije para mi misma.
— Harry Styles, por supuesto, llevando un lindo moño color rosa brillante, mientras que los otros miembros eligieron usar corbatas rojas —La dama dijo con una sonrisa.
— ¡Sostengan el teléfono, chicas! ¡Todos los chicos llevaron citas con ellos al evento! Excepto, el ya mencionado, Sr. Styles, quien probablemente tenia planeado de llevar a Louis..
Un breve video brilló en la pantalla de los chicos y sus citas que salian de la limusina .
— Ese es un hermoso vestido azul que la chica trae puesto —comentó la camarera ya que llenaba mi vaso de agua, no haciendo contacto visual conmigo, pero centrándose en las noticias.
Yo ni siquiera reconocí a la chica que se aferraba al brazo de Liam.
Ella era... hermosa. El azul brillante vestido acentuaba sus profundos ojos verdes, su cabello castaño largo, caia en elegantes rizos por la espalda.
No se parecía a mí en absoluto.
Debido a que la chica en el televisor tenía una sonrisa realmente feliz.
Ella brillaba, una cierta esencia que no había sentido sde mí mismo desde aquella noche infame en el evento.
¿La cita de Liam Payne? Si alguien preguntaba, prefiero negarlo.
"¿Como está Sammy?" Le mandé a Zayn mientras salía del restaurante.
"Esta bien. El y Niall juegan COD xx."
"¿Que es COD?
"Call of Duty, duhhh. __, eres toda una chica a veces "
Afortunadamente, no encontré ningún otro de los nuevos mensajes no deseados.
Metí mi teléfono, junto con mis manos en mi bolsillo y exhalando, llendo sobre mis talones por la acera mientras caminaba con dificultad, no sabia a donde ir.
Solo quedaban 302 minutos.
Al no encontrar mejor manera de pasar el resto de mis pocas horas, me senté en un banco.
Estaba sentado a solas durante unos tres minutos antes de escuchar unas risas.
— Shelly, ¡Juro por Dios! ¡Ella es! —Oí un chillidodetrás de mí.
Tiré mi cabeza para mirar a un par de chicas preadolescentes muy maquilladas, que se miraban más grandes que lo que debian.
— ¿Disculpen? —Repliqué, estrechando los ojos a sus tops ajustados y tacones con clavos.
— ¿Eres la nueva novia de Liam Payne? —preguntó, con los okos muy abiertos.
Deseaba, quería admitirlo, la realidad apuñalaba mi corazón, pero yo mantuve la boca cerrada.
Me burlé y rode los ojos, con aspecto aburrido y desinteresada, esperando que tomaran el mensaje y me dejaran con mis penas.
— Um, lo siento. Está chica, aquí con Liam... se ve igual que tu —dijo la niña rubia llamada Shelly lanzando un tabloide Inglés a mi regazo, una imagen de One Direction y sus citas en el evento pegada en la portada.
Soltó un bufido y empuje la revista a la acera, cruzando los brazos. —Sí, he estado recibiendo eso últimamente —fingí mientras jugaba con mis uñas —¿No tienes mejores cosas en que desperdiciar tu dinero que en estas revistas de mierda?
— Um, lo siento. Es que amamos a 1D, y... lo siento, ¿Podemos tomarnos una foto contigo? Nuestras amigas nunca nos creeran si..
— Mira, no soy esa chica, ¿esta bien? ¡Nunca voy a ser nunca más! ¡Yo no soy ella! Es más, ¡Eso es todo! —Susurré entre dientes, mis mejillas ruborizándome del enojo.
— Em, de acuerdo, uh. Lo siento —susurró Shelly con timidez, nerviosa por mi furiosa reacción, antes de que ella tirara del hombro a sus amigos y se retirara.
Gruñí arrancando la portada del diario, rompiendolo en pedazos antes de que dramáticamente lo pusiera en un basurero cercano.
Nunca voy a ser ella otra vez, esa chica que brillaba intensamente en la portada de la revista.
Nunca seré tan feliz; sin Sam, sin los chicos.
Nunca voy a ser capaz de agarrar el brazo de Liam y decirle al mundo con orgullo "Alejense perras, el es mío"
¿Liam es mío? ¿Alguna vez fue? ¿Alguna vez fui bastante afortunada de tenerlo?
"Tres palabras, dilas. Dilas y sere tuyo"
Declaró Liam en mis nublados pensamientos, con la cara inquietante por mi cuerpo agotado, débil y asustado.
No le respondí, y no le podia responder ahora, y eso me partia en pedazos.
Solo me quedaban 287 minutos.