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A el día siguiente...
Jungkook y HoSeok respiraban agitados, estaban acostados de espalda a el suelo y el sudor perlaba sus frentes. Les encantaba hacer nuevas coreografías, aunque terminarán casi muriendo de cansancio. Les encantaba bailar como locos hasta ya no poder más.
El pelinegro miró a su coreógrafo y sonrió.
Había conocido a Hoseok hace años, en sus tiempos de secundaria.
El pelirrojo había sido uno de los primeros en hablarle, la confianza entre ellos nació de inmediato. La personalidad amable y alegre de su hyung lo cautivo haciendo que se ganara un lugar especial en su corazón.
Escucharon unos toques en la puerta y un segundo después sus amigos entraron y les sonrieron.
—¡Hey, chicos!— saludó Hoseok
Se levantaron y le dieron la mano a sus amigos.
El primero era Min YoonGi. Piel pálida, bajito, ojos negros como la noche y sonrisa que te causa ternura por lo radiante que es, pero es escasa. Su personalidad fría fué lo que lo llevó a estar en el grupo. En la secundaria todos le temían, aunque no le ponía un dedo encima ni a un mosquito. Su personalidad amable sólo salía con sus tres mejores amigos presentes.
El segundo era Min JongIn. Hermano menor del anterior mencionado, a diferencia de su hermano, él es alto, su piel bronceada, carita larga y sonrisa que te alborota hasta la última de las hormonas. Su personalidad es potente. A donde quiera que llega llama la atención y no de manera intimidante cómo su hermano, sino, de manera caliente, lo ves pasar y se te mojan las bragas.
—Ahora vuelvo, chicos. Voy por agua— sonrió
—Yo te acompaño, Hobs.
El pelirrojo y el pálido salieron dejando a los menores allí.
—He oído que te va bien, amigo— le dió un golpecito en el brazo.
—Si, me va bien-— se encogió de hombros.
Kai miró su celular y luego, suspiró cansino.
—Hey ¿Qué pasa?
—Kook...—volvió a suspirar— ¿Recuerdas a el chico que le hacíamos bromas porque era gordito? ¿Bajito? ¿Tenía las mejillas muy grandes?— los engranajes del pelinegro se pusieron a trabajar y no le gustó mucho el resultado que éstos le dieron— ¿La bolita de arroz?
—Ammm... Sip.
Algo anda mal.
—Pues, resulta que ahora está buenísimo.
No,no,no y no.
—¿En serio?— preguntó haciéndose el desinteresado.
—Sip. Mira— el mundo de Jungkook se paralizó.
En la pantalla del celular se encontraba el último chico que quería que fuese.
—No sé porque se pone tan sexy para salir con ChanYeol.
Ese comentario hizo que el pelinegro se molestara un poco, pero no podía pasar por alto que el chico que le estaba atrayendo había tenido una mala experiencia con él.
¿Cómo pudo olvidarlo?
El karma es una perra y le estaba tocando la puerta a Jeon.