Sempiterno - Jintae

1

Enero 2007

Seokjin 16 años
Namjoon 15 años
Jimin 14 años
Taehyung 14 años

- No me fastidies Nam - el rubio enarco una ceja - Y no me mires así, no voy a acompañarte a esa estúpida feria.

- Y se puede saber porque no? - su hermano se cruzó de brazos y apoyó su peso sobre el marco de la puerta.

- En primer lugar, no tengo tiempo - dijo rápidamente mientras conectaba su mp3 en la computadora - segundo, tengo otras cosas importantes que hacer...

- Pasar música a tu mp3 no cuenta como algo importante que ha-..

- Y tercero! - interrumpió - No me importa.

Su hermano mayor le dio una sonrisa burlona y se volteó ignorandolo completamente.

- Por favor hyung, mamá dijo que podía ir solo si es contigo - el mayor se encogió de hombros y siguió abriendo el Ares en su computadora - Hyung...

Lo ignoró.

- Hyung...

Lo ignoró una vez más.

- Eso va a bajar mucho porno! - señaló la pantalla justo cuando su madre entraba a la habitación.

El mayor volteó con una mirada asesina y Namjoon se sintió realmente pequeño.

- Seokjin deja de descargar porno y anda con tu hermano a la feria, quieres?

Namjoon, estás muerto.

- Si mamá...

El menor quería sentirse mal por obligar a su hermano a acompañarlo, pero simplemente no podía con su emoción. Podría ir a esa cita con Park Jimin, el chico más tierno de su clase, el chico más hermoso que había visto en sus 15 años, el chico que lo hizo descubrir su más oculta homosexualidad, no podía perder esa oportunidad.

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- Vamos hyung, te divertirás, hay juegos mecánicos y muchos puestos de comida - Namjoon seguía hablando y Seokjin seguía ignorandolo.

No sólo había arruinado su perfecta tarde de películas, si no que tampoco pudo descargar el disco de Radiohead para escucharlo camino a este infernal lugar.

Seokjin odiaba las ferias, no, de hecho odiaba a la gente. Y las ferias era esa clase de lugar donde hay una gran cantidad de personas que prefiere evitar.

No es un maldito ermitaño, pero su soledad y tranquilidad siempre están primero. Una tarde leyendo, un mocca en la cafetería a dos cuadras de su casa, una película y helado.

Seokjin se divertía con las cosas más simples del mundo y los sitios con mucha gente y bulla, no eran necesariamente los preferidos por el castaño. Pero aquí está, haciendo de niñero de su hermano, el cual por cierto ya está bastante grandecito y ya le pesa lo que le cuelga como para que su madre lo mande de nana personal.

- Esperemos aquí un momento... - Namjoon lucia incómodo y emocionado, lo cual es algo normal en él, pero tenía un brillito en los ojos que hacía dudar a su hermano.

Se detuvieron entre la rueda de la fortuna y un juego que tenía unas estúpidas tazas giratorias. Estaba seguro que vomitaria si sube a uno de esos.

Dios, detestaba este lugar.

Habían niños gritando por todos lados, personas que corrían de un lado a otro para formarse en las filas de los juegos y también habían filas en cada puesto de comida y golosinas.