la bella y la bestia

Capitulo 2

Al llegar caminando al restaurante me fui al baño a cambiarme y ponerme mi uniforme de trabajo.

-Carolina ven- me llama mi jefe- llegaste 6 minutos y medio tarde

-Perdón jefe no volverá a pasar- digo con un poco de amargura en mi voz, y creo que lo noto

-Bueno tu sigue con tu trabajo

-Si señor

Y me voy directo a atender a los clientes que acababan de llegar

Cuando no quedaba nadie por atender me dirijo a los camerinos pero justo mi jefe se interpone entre mi y la puerta uno me deja pasar

-Te faltan esos que acaban de llegar -me dice apuntando a unos chicos que acababan de pasar por la puerta y luego te podrás ir

Con mucha flojera me dirijo con un cuaderno y un lápiz asia los chicos

Uno era alto de res oscura al iguala que sus ojos y su pelo, mejor voy directo al grano, era guapo mejor dicho era bastante guapo

Pero el otro choco me llamaba más la atención era de tes ni blanca ni morena con unos ojos negros al igual que su pelo, se notaba que iba al gimnasio y que entrenaba debido a los marcados músculos que tenia, para mi gusto ese chico le ganaba por muchos al otro. Pero algo tenia ese chico, estoy segura que en alguna parte lo e visto

-¿Que desean pedir?- les digo con mi falsa sonrisa de mesera, que es aburrido tener que atender como a 50 personas por día

-Yo una cerveza por favor- dice el chico de tés oscura

-¿Y usted señor?- le pregunto al otro chico mirándolo a sus profundos ojos negros, se ve que esconde muchos secretos, y eso hace que me encante aún más

-¿Tu estas en el menú?

-¿Disculpa?

-Creo que me entendiste bien pequeña- me dice mirándome a los ojos y al mismo tiempo parándose de su asiento -además yo no repito las cosas más de una vez

El empieza a avanzar y yo por instinto retrocedo pero llego asta un punto en el que no puedo mas gracias a la pared

Se acerca lentamente amo cuello y aspira con fuerza para Lugo posar sus labios en mi oreja y me diga en un susurro-grito

-¡MÍA!

Esto se está poniendo extraño, no puedo creer que un chico guapo como él se fije en alguien tan simple como yo y me diga al oído que soy suya, espera ¿suya?

-Yo no soy un mueble para que me traten como si tuviera dueño, yo no soy de nadie

-Claro que no eres de nadie, solo eres mía

Dijo con su ronca voz para volver a dirigir su cabeza a mi cuello y vuelva a aspirar con fuerza pero a diferencia de antes se separa de mí bruscamente como si hubiera olido algo asqueroso, tampoco huelo tan mal ¿o si?

-¿Eres humana?- me pregunta con algo de asco en su tono de voz

-No soy una sirena- al decir eso me mira con confusión y vuelvo a hablar -obvio que soy humana ¿que mas podría ser?

En mi opinión encuentro que su pregunta fue bien estupida, debes ser muy tonto para preguntar algo como eso

-Mierda -susurra-¡Mierda!- grita a todo pulmón botando una silla

El que parece ser el amigo del dios griego, lo agarra del hombro, le susurra algo en el oído que no logro distinguir, el otro se limita a asentir y se van sin decir nada más, dejando un par de dólares en una mesa

Me quedo unos segundos parada pensando en lo que acaba de ocurrir y luego ordeno todo, agarro mis cosas y me voy a mi pequeño pero cómodo departamento

Esto si que fue un día de locos