Percy Jackson y la fuente de la vida

Perdidos y en peligro

-Crei que... habias muerto...

-Bueno Will, digamos que ahora creo en la resurreccion...

-Yo aun no...

-¿Y como crees que estoy aqui, tontito?

-Creo que solo eres una ilusion mia...

-Eso significa que me sigues amando

-Ja!... no eso es muy diferente... yo te olvide por lo que hiciste...

-¿La amas a ella ahora?

-¿De que hablas?

De pronto Annabeth aparecio encadenada, con un venda en ojos y boca, al lado de la mujer que estaba hablando con Will.

-Sueltala Beth-dijo Will amenazandola pero la mujer sólo rió-.

-No... ya me encañire con ella...es muy bella ¿No crees?

Le acaricio la cara y de pronto el suelo se abrio bajo sus pies y cayeron.

-¡Annabeth!

Will no dudo en tirarse al agujero el cual despues desaparecio... Cayo al suelo y antes de poder pronunciar palabra, recibio un golpe en la cabeza, quedando inconsiente.

                        ***

-¿Como encontraremos a Amy en este mapa tan grande?-pregunto Percy sin quitar los ojos del mapa-.

-Ahi esta-dijo Grover entusiasmado- creo que debimos buscar mas cerca de nosotros...

-Esta donde ¿Carl?...

-Chica lista

                           ***

En la puerta estaba sentada, esperando, pues no me sabia la contraseña y no me dejaron entrar.

Comence a pensar en que deberia recuperar la estrella del amanecer cuando de pronto la puerta se abrio.

-Entra-me dijo un chico lleno de tatuajes y un piercing en el labio, atemorizante sin duda- ¿Entraras o te quedaras ahi hasta que oscuresca?

Sin pensarlo dos veces me puse de pie y entré. Ahora en vez de haber un par de chicos caminando por ahi, ahora podria afirmar que estaba frente a todos los integrantes del club.

-Majestad...-me dijo uno de los chicos que estaba ahi, mientras hacia una reverencia ante mi-.

No dije nada, apenas pude sonreir. Nunca, nadie fuera del reino de la montaña, se había inclinado ante mi. Afortunadamente, de una de las tantas puertas aparecio Carl.

Habia cambiado mucho desde la ultima vez que lo vi. O yo habia cambiado mucho.

-Hola-dije debil-.

-¿Te dieron ganas de teñirte tu cabello rubio?-pregunto sonriente y yo baje la cabeza- Tranquila... me gusta...

Oculte mi pena bajo una debil y falsa sonrisa. Me hizo acompañarlo hasta un cuarto en el segundo piso. Mientras subia la escalera, pude notar que el grupo que me recibio se dispersaba por toda la casona.

Llegamos arriba y Carl se quedo en el umbral de la puerta mientras yo me quede mirando la habitacion.

-Hace tanto que no veia una habitacion...

-Si quieres dormir... puedes quedarte-dijo sonriendo-.

Dormir... claro que queria dormir, pero no como una persona...