El Príncipe De Las Tinieblas

capítulo 16: llegada parte 2

Robin empujó suavemente a su hijo hacia la puerta.
"Está bien, Roland. Ábrelo para nosotros, por favor". 

"Está bien, papá", dijo Roland, trotando hacia él.  Su pequeña mano envolvió el pomo y Regina tuvo que protegerse los ojos de la luz brillante. 

Luego lo escuchó decir: "¡Camelot!" 

La luz se apagó y la puerta reveló un prado iluminado por el sol de la tarde.  Robin tomó a Roland y tomó la mano de Regina cuando entraron en la nueva tierra, Will pisándole los talones. 
Una vez que terminaron, la puerta se cerró y Will suspiró. 

"Entonces, ¿cómo vamos a volver?" 

"Me ocuparé de eso una vez que tengamos a Henry", respondió Robin, apretando la mano de Regina. 
"Ahora, busquemos un buen lugar para establecer nuestro hogar temporal mientras estamos aquí en Camelot".

  Ella le sonrió. 

"Confío en tu juicio. Marca el camino".

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  Henry y Bedivere caminaron por un sendero y el silencio se extendió entre ellos.  No parecía molestar a su compañero, así que Henry no dejó que eso lo molestara.  Pero le dio tiempo para preocuparse por su familia.  Primero fue la familia aquí en Camelot.  ¿Los había arrojado Arturo a las mazmorras?  ¿O los había escuchado?  ¿Estaba tratando de ayudarlos de la manera en que Bedivere lo estaba ayudando? 
Arturo siempre parecía ser un rey bueno y justo en las historias;  Henry tenía que creer que era el hombre que las leyendas decían que era por su bien.

Luego estaba su familia en Storybrooke, esperando que regresaran con la forma mágica de curar a Robin.  ¿Estaba su abuela despierta a todas horas de la noche, preocupada?  ¿Roland había dejado de llorar para dormir?  ¿Su abuelo todavía sentía el tirón de la oscuridad?  ¿O estaba aprovechando al máximo su segunda oportunidad con Belle?  Y la última fue su madre.  ¿Cómo le estaba yendo con Robin?  ¿Su oscuridad seguía afectandolo como temía su otra madre cuando llegaron por primera vez a Camelot?  ¿O estaba luchando contra eso, recordando que ahora era una heroína? 

"Eres terriblemente tranquilo", dijo Bedivere.  "¿Algo en tu mente?" 

"Solo mi familia. Estoy preocupado por ellos".  El caballero asintió. 

"Es natural. Estoy seguro de que están preocupados por ti". 

"¿Qué crees que les hará Arturo?" 

"Arturo es un rey bueno y justo. Escuchará su historia y hará lo que considere mejor. No me sorprendería si nos encontramos con un grupo de búsqueda buscándote".  Henry sonrió brevemente pero volvió a ponerse sombrío. 

"¿Estás seguro de que no los lastimará?" 

"Absolutamente."  Se detuvieron y Henry miró la entrada de una cueva.  Se volvió hacia Bedivere. 

"¿Crees que Merlín está allí?"

Bedivere se encogió de hombros. 

"Él podría estar. Es donde todas las leyendas parecen indicar que está. ¿Deberíamos?" 

"¿Tienes algo que podamos usar para iluminar nuestro camino? ¿Una antorcha tal vez?"  Henry preguntó. 

Cuando Bedivere sacudió la cabeza, buscó en su mochila.  "Creo que tengo una linterna. Espera". 

Sacó la larga linterna de metal que su abuela había empacado para él y la encendió.  Su rayo amarillo pálido iluminó la caverna y los ojos de Bedivere se abrieron.