Capítulo 16

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(Pablo Alborán: Solamente tú)

Regálame tu risa
Enséñame a sonar
Con solo una caricia
Me pierdo en este mar

En la noche, cuando Baekhyun estuvo de vuelta en la recámara que compartía con el alto Emperador, este aún lucía tenso, preocupado, y lo atribuyó al problema reciente con Miseok. Aquello le dejó un mal sabor de boca. Chanyeol no soportaba a los mentirosos, a los cobardes... y nunca perdona la traición. Sus pensamientos de preocupación se disiparon cuando el imponente hombre entró en la habitación, parecía listo para dormir al igual que él mismo.

- ¿Estás bien? –le preguntó el doncel tomándolo de la mano.

Chanyeol asintió con simpleza pero Baekhyun supo que había un trasfondo. Estaba preocupado. El joven se impulsó con sus pies para alzarse y besar el mentón marcado del otro; sus rasgos faciales tan duros, tan varoniles siempre le parecieron atractivos como el mismo pecado, le recordaban cuan fuerte podía ser, mas si veías sus ojos aceituna divisabas un paraje de tranquilidad y bondad, era amable y amoroso; aquellas dos facetas combinadas creaban, lo que en palabras de Baekhyun era, el mejor Emperador que Grecia podría tener.

Regálame tu estrella
La que ilumina esta noche
Llena de paz y de armonía
Y te entregaré mi vida

- Así cualquiera estaría bien.

- Hoy..., tal vez fuiste cruel con Min.

- No fui cruel, Baekhyun –refutó con calma pero su tono de voz sugería un deje de disgusto-, créeme, porque puedo ser tan cruel como el mismo Julio César.

- Perdóname si no puedo creerte –susurró sensualmente apegándose al cuerpo caliente de su amado.

- ¿Me crees así de blando?

- Creo que... -su diestra acarició la mejilla de Chanyeol mientras de su boca las palabras fluías-, ningún hombre tan bueno puede transformarse en un monstruo sin alma.

- Agapi mou, esas son fábulas y las fábulas no existen.

- Entonces, ¿por qué me haces vivir una?

Haces que mi cielo
Vuelva a tener ese azul
Pintas de colores
Mis mañanas solo tú

Y Chanyeol no pudo contener la llama de orgullo y amor que se encendió en su corazón, la emoción de saber que Baekhyun lo quería con pasión irrefrenable. Tomó al chico en brazos y se dispuso a besarlo, acabar con sus labios como si del fruto prohibido se tratase; y acariciar sus caderas hasta saciarse de sus femeninas curvas. Baekhyun soltó un gemido suave, extasiado del candente tacto ajeno sobre su tersa piel. Cuando los besos se acabaron, Baekhyun se distanció lo suficiente como para tentarlo desprendiéndose de su toga, su cuerpo angelicalmente desnudo quedó a gusto ajeno, y con sensualidad se tumbó en la cama boca arriba. Era una extasiante invitación a pasar una noche de pasión en brazos del placer.

- ¿Por favor? –pidió con descaro mordiendo su labio inferior como si no pudiera contener sus ganas de sentir enterrado en su cuerpo al mayor.

Chanyeol se arrancó la túnica sin pensarlo un segundo más. El cuerpo en llamas de Chanyeol se ubicó sobre el de Baekhyun, rozando cada parte que le fue posible, sus piernas, sus brazos, su torso, y su intimidad. Los belfos de ambos volvieron a unirse con desespere, como si un largo tiempo hubiese pasado desde la última vez que se acariciaron.

- Agh –jadeó sonroja el doncel ante el toque en sus pezones.

- Hoy estás especialmente sensible.

Navego entre las olas de tu voz
Y tú, y tú, y tú, y solamente tú
Haces que mi alma se despierte con tu luz
Tú, y tú, y tú

A los pies del Emperador (ChanBaek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora