Era un día normal para los Siete Pecados Capitales, estaban siendo llevados por la mamá de Hawk a una localización de la cuál, ni siquiera Merlín sabía mucho. Eran tiempos de paz, luego de haber derrotado al Rey Demonio y de haber roto la maldición...
Mientras esos dos primeros combates se desarrollaban, en otra parte del bosque Mary y Radius se encontraban frente a Grey quien solo los observaba con seriedad.
Mary: es una pena que las cosas resulten de esta manera *dijo la hechicera con neutralidad* uno de los objetivos de nuestro escuadrón es proteger al Reino de Liones y a sus habitantes, luchar contra el príncipe podría considerarse una ofensa a ese código
Grey: en teoría *respondió el albino con seriedad* aunque sinceramente, mientras no deba luchar contra Delancy no me importa quien sea mi contrincante, ademas, ¿él que tanto va a hacer? ¿Chillar? *preguntó con burla el albino, señalando al León del Orgullo, que se encontraba en su forma nocturna*
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Radius: ¡Perdón por haber nacido! *se disculpo en chillidos el ojiazul, lo que hizo suspirar a su hermana*
Mary: si fuera tu, no subestimaría a mi hermano... *dijo con una sonrisita la maga* después de todo él es Radius, el León del Orgullo de los Nuevos Siete Pecados Capitales
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Grey: ¿Y eso a mi qué? *dijo desinteresado* ya anocheció y faltan horas para el amanecer, en este momento mi único obstáculo eres tu, hechicera
Mary: haces bien suponiendo que seré un problema *dijo burlona la azabache* pero te equivocas al asumir que seré tu único obstáculo *sonrió de lado y con su Tesoro Sagrado flotando sobre su mano señalo a su hermano menor*Force of the Sun*recitó la hechicera*
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