I do (Romántico BruAbba)

Acepto Bucciarati.

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El momento en que la ceremonia terminó, sin duda hubo una fiesta en señal de celebración. Sus amigos más cercanos, se hicieron cargo de todo para que ellos solamente se dedicaran a disfrutar la fiesta.
Sin duda estaba aliviado, lo peor, si es que podía decirle así, ya había pasado. Estaba a salvo, sin duda había pasado antes por más de mil situaciones peligrosas más esta, en la que no iba a sufrir peligro alguno, fue la que más le aterro.

Sin embargo en el momento en que ya le tuvo a su lado,desde el primer momento y todo el tiempo que siguió, por fin respiró. Aún así, le costaba asimilar lo que sucedía a su alrededor, todo lo que ocurría, lo que hablaban y decían, el no podía concentrarse en nadie, más que en el hombre que nunca dejó de sujetar su mano.

Para el joven de cabello platinado por más que lo intentaba no ponía atención a su alrededor, no ponía atención a nadie a menos que fuera aquel hombre que tenía frente a frente, a su lado, entre sus brazos. De no ser por Bruno, no sabría que sería de el.

-¡Abbacchio!- le alzo la voz de nuevo la señorita de cabello rosa, y el joven acompañante se río. No le hizo caso.

-Leone- susurro el hombre que tenía sentado a su lado, y el sonrojo.

-¿Si?- rápidamente respondió, la señorita solo giró la vista al aire.

-Te habla Trish- contesto Bruno, y señalo a la mujer que seguía esperando que le pusieran atención. Abbacchio reaccionó y apenado sonrió.

-Lo siento- murmuró, recibiendo a cambio una sonrisa de la señorita. Tenía un semblante totalmente diferente al que todos estaban acostumbrados, estaba tan... diferente.

-Ya casi toca el pastel y el vino- hablo ella, mientras las personas cenaban finalmente -Pero antes de eso, toca el baile, así que mandaré a Narancia por ustedes en tres minutos- ordeno ella, y Bruno asintió, mientras Leone intentó copiar el gesto para hacerle saber que la había escuchado.

-No te preocupes- respondió Bruno, tomando a Leone de la mano -Yo me encargo de que haga caso- se río, frente a la señorita quien respiro de alivio, viendo al hombre darle un beso a la mejilla a su compañero.

El joven albino, no sabía realmente lo que pasaba a su alrededor, a el solo le interesaba el hombre que tenía a su lado.

-Abbacchio- llamo Bruno la atención del joven nuevamente y le sonrió -Amore mío, eres lo mejor que me ha pasado- susurro frente a sus ojos, sin dejar de ver esa mirada dorada, y Abbacchio fue incapaz de decir alguna palabra. Solo sonrió, toco sutilmente su rostro y tiró de él con tal delicadeza para atraerlo al suyo y le beso. Fue un gesto lento, suave y apasionado, hizo que el joven de cabello negro se inclinara más hacia el con una sonrisa a su interior y correspondió.

-Eres mi razón de vivir- murmuró rompiendo el beso, viendo esos ojos azules brillar con una hermosa intensidad.

-Eh... Bucciarati- se oyó una tercera voz, y el dúo reaccionó.

-Narancia, ¿qué sucede?- pregunto Bruno rápidamente, y Leone solo le miro.

-Si ustedes dos acaban de casarse- hablo con ingenuidad, viendo a la pareja, y los señalo uno a uno -Eso... ¿te hará a ti mi madre y mi padre será Abbacchio?- pregunto con tal inocencia y Bruno apenas reaccionó sorprendido, mientras la tercer persona solo quedó perplejo con los ojos abiertos de par en par.

-Narancia...- Bruno no pudo darle respuesta, y el menor fijo su mirada en el.

-Ustedes dos son más grandes que nosotros, y si acaban de casarse lo que pueden hacer es adoptarnos como sus hijos- señaló, intentando dar explicación a su pregunta -Bucciarati es más gentil que Abbacchio y...-

-¡Narancia!- llamo su atención alguien más, y Bruno reaccionó, vio al menor de cabello rubio -Trish ya dio la señal, tienen que pasar al centro Bucciarati, ahora- hablo Giorno rápidamente y el joven solo hizo caso, después de que el rubio se alejara con Narancia de ahí.

-Leone- habló Bucciarati, tirando del brazo de su acompañante -Ven- dijo tan pronto cruzaron la mirada. El joven alto estaba estupefacto, paralizado, asustado, pues lo que había oído le había desconcertado.

"...les damos la cordial bienvenida, damas y caballeros, vamos a presentar..."

Fueron parte de las palabras que se escucharon, pero Leone seguía perplejo, todo el tiempo Bruno fue quien de alguna forma le guio. Caminaron al centro del lugar, luces brillaron, música sonó, apenas hizo un gesto con sus manos, tocándole el hombro para que Leone le tomara de la cintura, eso bastó.

"..el baile de..."

-Leone Abbacchio- habló Bruno, en un tono que solo el escuchó, antes de que se escucharan aplausos y una canción -¿Quieres ser el padre de cuatro niños y una señorita?- pregunto en tono burlón, el se río. Ambos empezaron a bailar, al compás de la canción.

-Solo si tu eres mi "esposa"- le respondió, ignorando la mirada de la gente, la felicidad de muchos, los aplausos de todos. Bruno río con la felicidad más natural de toda su vida.
-Te tengo una sorpresa- contesto, más apegado a el, acercando su rostro a su cuello, sus labios a su oído -Ya lo somos- respondió, para tomar un beso más de sus labios, el correspondió.
-Narancia va a ser mi hijo favorito- dijo Leone, y el río una vez más, era el único gesto que no podía dejar de hacer. Y Abbacchio no podía quejarse en lo más mínimo, era lo que más le encantaba de Bruno.
-Por favor, no seas tan malo con Giorno- contesto Bruno, antes de terminar el baile. Y continuar con lo que dijo Trish; un brindis y el pastel.

Las palabras que escucharon, no solo fue de una persona sino de todos aquellos que el había ayudado en su vida;
"... por su felicidad, que sea eterna"
"... por cuidarnos todo el tiempo"
"... por ayudarnos cuando estuvimos en problemas"
"... por lograr que cumpliéramos nuestro sueño"
"... por darnos una familia"

Se brindó, se tomó un sorbo de vino. Se cortó el pastel, la mano de Bruno sujetando el cuchillo, Abbacchio sosteniendo su mano, se podía ver el brillo de una joya en sus manos.
Abbacchio no pudo pensar en nada, fue Bruno, quien no pudo decir en mente y en palabras las mejores palabras a quienes considero más que sus amigos.
"Bienvenidos a la familia"

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Cuando me dijeron la idea.
No pude evitar en pensarla aquí.

Aunque fue tan corto. Lo siento(?)