Alfa (Alycia Debnam-Carey y tú)

Capitulo 1

El día estaba muy soleado, le gustaba la ciudad pero era momento de volver con su familia, ya se había cumplido el plazo que le habían dado para cumplir todos sus sueños y ahora debo regresar al pueblo donde su familia residía por generaciones.

- ¿Estas segura que no te puedes quedar más tiempo? - miro a mi amiga y niego. - Todavía hay muchas cosas que te faltan por cumplir, no te puedes ir así - dejo la última pieza de ropa en la maleta y comienzo a cerrar esta.

- Créeme que es lo que quisiera pero el trato que he hecho con mis padres de dejarme hacer mi vida hasta que cumpla los 30 - dejo la maleta a un lado de la cama y voy por otra para poner todos mis cosméticos que utilizo.

- Pero todavía faltan días para que los cumplas, puedes quedarte unos días más, por favor - suspiro.

- Ya he llamado a mamá para decirle que llegaré hoy, lo siento - ella asiente resignada. - Te voy a extrañar - camino para abrazarla.

- Yo también - me abraza con fuerza. - Tal vez vaya a visitarte pronto - propone.

- Si lo haces, avísame con tiempo para preparar todo lo que podemos hacer juntas - le sonrió y ella asiente. - Es hora si quiero llegar temprano - ella hace un puchero pero no retrasa más mi ida.

Cuando ya estoy en el auto, la veo a través del cristal de la puerta de copiloto y le digo adiós con mi mano, ella hace lo mismo luego miro al frente, suspiro y pongo el coche en marcha.

Pongo algunas canciones para hacer el viaje más agradable, cosa que funciona si tendré que manejar casi 20 horas, se me va a dormir el trasero pero esperaba no llegar tan noche.

19 horas después...

Ya casi llegaba a mi destino, solo me faltaba cruzar el inmenso bosque que estaba antes del pueblo y que mi casa, el bosque rodeaba a ambas cosas, mamá solía contarme viejas historias cuando era niña, me advertía que nunca fuera sola al bosque y menos en luna llena porque los lobos salían a cazar.

Los lobos se me hacían lindos, abrazables pero a la vez feroces, no llegaban a medir mucho en altura. Un lobo adulto puede llegar a medir entre 100 y 120 cm desde el hocico hasta la base de la cola, alcanzando hasta entre 35 y 40 cm; la altura a la cruz oscila entre 60 y 70 cm, y pesan entre 30 y 50 kg.

A mis padres les gusta la cacería, así que nos enseñaron sobre ello pero honestamente a mí nunca me gustó matar animales que no nos han hecho nada.

Lo peor de todo es que hoy era luna llena y ya comenzaba a oscurecer, no quería atropellar alguno si este se encontraba cruzando la carretera.

El auto hace un movimiento brusco y creo que una llanta ha explotado, tendré que bajar a verla para asegurarme que no sea tan grande.

A lo lejos se escucha el aullido de un lobo, demasiado fuerte y cerca para mí gusto.

- Debo apurarme si quiero llegar a tiempo para la cena - bajo del auto y veo que solo he matado a una ardilla, debió atravesarse y no la he visto. Algo parece pasar corriendo a gran velocidad en el bosque que hace que las hojas crujen rápidamente. - ¿Quién anda ahí? - pregunto pero solo escucho el zumbido del aire contra los árboles y pinos de más de un metro.

Decido volver al auto pero no puedo evitar el sentimiento de que alguien me observa, volteo a dónde siento la mirada y solo veo dos arbustos pero hay algo rojo ahí, supongo que son algunas bañas silvestres.

- Es hora de que siga o mamá me va a regañar por llegar tarde a la cena - sacudo mis guantes y camino a la puerta, vuelvo a ingresar al auto, intentando encender el motor que enciende a la tercera.