Epílogo

944 65 5
                                    


—¿estás segura?—era la décima vez que papá me hacía la misma pregunta.

—cómo te dije las otras nueve veces que me preguntaste, si papá—respondi de mala gana

Ya habían pasado tres meses desde que acordamos que yo podía mudarme con Perrie cumplido el periodo de tiempo y ahora era el tiempo de hacer valer el trato. No veía la hora de vivir con mi novia, ya había imaginado todo en mi cabeza y dejenme decirles que sería perfecto. Compartir casa con la chica de la que yo estaba enamorada parecía un sueño hecho realidad.

Muchas cosas habían pasado desde este periodo de tiempo, para empezar terminé la escuela secundaria. Me habían aceptado en una muy buena universidad que quedaba a diez minutos de la casa de Perrie. Jesy también había sido admitida ahí, por lo que no dejaría de frecuentar a mi mejor amiga. Estaba por comenzar a vivir la mejor etapa de mi vida junto a las personas que mas amo y no podía estar más agradecida por ello. Hablando de Jesy, ella y Daniel siguen saliendo pero hace apenas unas semanas es que decidieron hacerlo oficial.
Jake por otro lado conoció a una chica muy linda en linea, su nombre era Christine si mal no recuerdo. Creo que en cualquier momento esos dos iban a salir. De Jed no se mucho, sigue juntandose con Jake y supongo que así es como logra ser más humano. Segun parece este último tiene una buena influencia en el cretino.

—hola chica más hermosa en todo el mundo—mi aún más hermosa novia me saludó.

—te extrañe—le dije para luego unir nuestros labios. Con las clases a punto de iniciar no había tenido mucho tiempo para verla y ahora tenía que compensarselo.

—entonces esto va en serio, de verdad te mudas con mi mejor amiga—papá se dirigió a Perrie, al parecer el seguía sin creerlo.

—aún voy a venir a visitarte—no quería verlo llorar—y estaré aquí todos los domingos para nuestro brunch—le prometí.

—eso estaría bien—el parecía estar buscando algo más que decir—cuida a mi hija, Perrie—James se despidió, sorprendentemente sin armar una escena.

—James—mi novia lo llamó —el sábado podrías venir aquí por una cerveza—creo que ya era hora de que estos dos volvieran a ser amigos y al parecer era la ojiazul quien pensaba lo mismo—no tienes que hacerlo si no quieres—la rubia parecía dudar

—en realidad me encantaría—el entró en su auto, dejándome a solas con mi novia.

-------



Incluso un año después no me arrepentía para nada de la decisión que había tomado, si de algo estaba segura en mi vida era de que amaba a Perrie Edwards.

Me encontraba en el baño colocándome el vestido de dama de honor, hoy era la boda de Jesy y Daniel y nos habían pedido a Pez y a mi ser las damas de honor.
Estaba feliz porque Jessica me había dejado diseñar los vestidos y yo misma me había encargado de coserlos, claro que mi mejor amiga tuvo algo de participación en la elección de colores por ejemplo.

—¿mi amor no viste mis zapatos?—Perrie entraba al cuarto de baño sin avisar.

—en la cama—le contesté, sin embargo ella seguía observándome

—eres hermosa—su mirada recorría todo mi cuerpo, veía el deseo en ella. La amaba porque me hacía sentir deseada, poderosa. Aún después de un año cada vez que me veía lo hacía como si fuera la primera vez. Esperaba que Perrie pudiera hacerme sentir del mismo modo al menos por el resto de mi vida.
No entendía porque a mi padre le parecía tan malo que saliera con una mujer cinco años mayor que yo, sabía que ella podría tener sesenta y yo seguiría amándola de todas formas.

—tú eres más hermosa, pareces toda una diosa griega—le hice saber, riendo en mi mente porque asi mismo la llamé la primera vez que la vi, cuando supe que iba a ser mi niñera.

—un día de estos probablemente te pida que seas mi esposa—susurró acercándose a mi

—y un día de estos te voy a decir que si—sonreí y me acerqué a devorar sus labios lentamente.

Siempre hablabamos de compromiso, en especial desde que mi mejor amiga había iniciado los preparativos de su propia boda. Sin embargo nunca nos tomabamos en serio lo que decíamos, éramos jóvenes y aún teníamos muchas cosas por hacer, yo por ejemplo quería mi título en diseño de indumentaria. Pero claro que si hay algo que ambas queríamos era un futuro al lado de la otra. Tan sólo no veíamos por qué apresurar las cosas, si tenía que pasar entonces simplemente lo haría y ya.

La ceremonia de Jesy fue grandiosa, la habían realizado en la misma playa donde se conocieron. Mi mente recordó que era en el mismo viaje en el que pasaron tantas cosas que terminaron por unirnos a mi novia y a mi. La fiesta fue la mejor parte, Jesy se encargó de sacar a bailar a cada uno de sus invitados. Incluso puso un pequeño karaoke y los cuatro viejos amigos cantamos cómo lo hicimos aquel día en el club.

Me emocionaba la idea de vivir estas cosas con Perrie algún día, esperaba que fuera pronto pues me moria por pasar todos los días de mi vida junto a ella. Sali de mis pensamientos cuando me di cuenta de que una hermosa rubia me estaba invitando a bailar.

Y ahí estaba yo en medio de gente que no conocía, abrazando al amor de mi vida mientras bailabamos una estupida canción de amor, besándola y deseando que así pudiera sentir todo lo que ella provocaba en mi. Yo, Jade thirlwall era feliz al lado de lo que siempre me fue prohibido, lo más complicado de obtener, lo que no cambiaría por nada en el mundo. Era feliz al lado de ella, Perrie Edwards.

Tal vez no había sido tan malo tener una niñera después de todo.

Complicado// Jerrie ThirlwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora