Como si fuese un milagro.

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Destino... el destino es esa función momentánea que decide que es lo que debemos hacer inclusive antes de que nosotros lo hagamos. ¿Es extraño no lo crees?

Esa mañana en las noticias se mostraban artículos sobre el choque de un avión, en los demás canales era lo mismo, en internet no había más que primeras planas sobre desastres en diversas partes del mundo. Ese día, sentimos el terror sin sufrir nada.

Lo recuerdo, era tan solo otro día rutinario, finalmente era momento de entrar en la preparatoria, lo sabía, era el momento perfecto para enmendar mis errores en secundaria; ahora aquí, todo debería cambiar.

En las primeras semanas ya tenía dos amigos, aquellos con quienes podía hablar de casi todo, sin embargo, tenía un presentimiento sobre algo o alguien en especial. Más sin embargo la cuestión era esta: ¿Qué? ¿Quién o de qué debo preocuparme?

Y es que era tan descuidado que sin percatarme había una chica en el salón de lado; una chica diferente a todos los tipos de mujeres de los cuales tenía conocimiento: su deslumbrante sonrisa color blanco combinaba con sus hermosos ojos café, quien diría que su cabellera dorada tendría algunas franjas de color madera roble.

Quien fuese, realmente llamo mi atención y eso no era algo común, digo, realmente no era el chico que se fijara en cosas que ocurren en el mundo que no sea el mío; pero...algo en ella era simplemente hermoso, ella, con una voz como la seda al dialogar hacía que mi corazón se exaltara de una manera descomunal. Moría por conocerla, y si, no puedo negar que mis intenciones eran amorosas. Aunque, debido a lo malo que me fue en la secundaria, dudaba en mayor cantidad; por esa razón decidí preguntarles a mis mejores apoyos dentro de estas rejas.

-Conocí una chica-

- ¡Qué bien! ¿Y cómo se llama? –

Aquel que me respondía era Enel, un chico de mi edad, de complexión más robusta que la mía, muy animado y muy amable conmigo

-Esa es la cuestión, la conocí de vista...en realidad no sé nada de ella-

- Entonces ¿qué estas esperando para preguntarle?

Ahora me respondía Miles, él era el tipo de chico perfecto para las chicas, delgado y de estatura estándar, usaba lentes y su estilo era algo soso pero extravagante.

Ellos dos era mi apoyo en la escuela, sin embargo, no había considerado decirles de esto si no sintiera que fuera necesario, después de todo; ellos tenían mayor experiencia en temas amorosos que yo, puesto que en mis jóvenes 16 años de vida aun no tenía novia, cosa que a estos dos no les había ocurrido.

¿Giotto? Hey ¿qué no escuchas o qué?

Enel me preguntaba, sin embargo, por mis pensamientos no le preste atención. Ah y sí, mi nombre es Giotto Amadeo, disculpa si antes no me presente.

-Eh? –

- ¿Qué por qué no vas y le preguntas su nombre? Sí no lo haces puede que te arrepientas después-

-EH, ah sí... tienes razón, pero no lo sé, me pongo muy nervioso únicamente con acercarme a una chica que me parece linda-

Enel solo suspiro y me dijo "Sólo te digo lo que te puede pasar, buena suerte amigo" y con esas palabras, las clases tendrían que empezar.

-Está bien, mañana en recreo le preguntare-

...

No lo hice... y así me lleve los 3 años de preparatoria, este claramente fue una de mis peores decisiones en la vida, puesto que no supe nada de ella y termine teniendo una experiencia romántica sumamente mala.

Pero, ya sería muy mala suerte que así me la hubiera pasado en prepa, para mi buena suerte descubrí como era esta chica, era sumamente inteligente y hermosa. Aun así... seguía sin saber su nombre y ese era mi dilema. Seguía siendo demasiado tímido como para acercarme y preguntarle su nombre estando rodeado en su salón con personas totalmente desconocidas y con esto en mente volvía a retractarme.

Los días eran secos y aburridos, mi promedio escolar era estable así que no me preocupaba por reprobar y un día común; mientras nos encontrábamos jugando voleibol en clase de activación física, una chica se acercó a preguntar si podía jugar.

Me encontraba de espaldas así que no supe quién era, hasta que me volteé....

Entonces; sin previo aviso, apareció ese sentimiento sobre exaltador que sentí la primera vez que la vi. Sorprendido por un momento sentí que el tiempo se había detenido entre mi mirada y la suya.

La vi y de nuevo quedé asombrado por su belleza, así que era obvio lo que sentía. Me había enamorado de ella.

Parecía un sueño, un milagro por mis errores y estaba preparado para no equivocarme otra vez.

-Si-

Fue mi respuesta a su pregunta y con una gran sonrisa y mi corazón latiendo ferozmente ella se acercó a jugar con nosotros.

Era mi oportunidad, aquello que siempre quise saber de ella, ahora podía preguntar sin parecer rara la pregunta.

Disculpa... ¿cuál es tu nombre?

Ella felizmente me respondió:

-Me llamo Aileri-

Forget To Remember HerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora