cp1

2K 33 0
                                    

>>>Lo que pretendemos ser.

Lo que más odio en el mundo, es que me hagan esperar, pero este murmullo constante en la habitación, es más que insoportable.

Todos a mí alrededor están enojados e irritados, parecen gatos con el pelo erizado. Siempre se ponen así cuando hay una nueva misión en camino. A mí me viene dando igual, estoy acostumbrada a participar en ellas, por el maldito de Derek, el solo pensar en su nombre hace que quiera romperme los nudillos con la pared más cercana.

—Relájate _________. No tardará—la voz inquietante de Bruno, me saca de mi ensoñación.
—Me estoy hartando, quiero salir de este lugar—refunfuño cruzando los brazos.
—Estás conmigo—me toma de la mano, eliminando mi negación con los brazos—. Así que nada te pasará.
—Gracias—respondo, posando mi cabeza sobre su hombro.
—¡Eres tan empalagosa!—responde entre risas.
—¡Cállate! 

De haber sido un año atrás, le hubiera partido la nariz a Bruno. Era insoportable, lo conocí en una de mis misiones, más bien, él era mi misión. Debía protegerlo, como si fuera su guardaespaldas. Había unos hombres que lo perseguían constantemente. Nunca estuvimos seguros de por qué lo hacían, ¿para quitarle sus pertenencias? ¿Secuestrarlo? es difícil saberlo hoy en día, la gente cada vez se vuelve más absurda, e incoherente. 

Bruno buscó ayuda en el equipo de Derek. Al parecer en California ya conocían sobre el grupo secreto del que formaba parte. Podría definirnos como detectives, pero nuestro salario sale del departamento de policía.

Mi misión era protegerlo de cualquier inusual comportamiento a nuestro alrededor, aunque debo admitirlo, no fui una gran impresión para Bruno; una chica de mediana estatura, delgada y sin fuerza aparente, no sorprende a muchos. Primero se echó a reír y soltó algo como “¿por qué no te vas a jugar a las muñecas? no vayas a romperte una uña”. Eso me enfureció, por lo que tuve que tomar medidas. 

No protestó cuando lo tumbe al piso en dos movimientos. Así que me lo asignaron para cuidarlo. Nadie podría sospechar de una chica, pensarían que era su amiga o su novia.

La misión fue un éxito, gracias a que capturamos a los hombres que lo seguían. De ahí, surgió una conexión entre los dos; a pesar de comportarnos como niños. Discutíamos todo el tiempo, y éramos de cierta forma, la diversión de los demás. 

Derek por supuesto, quedo encantado cuando Bruno se ofreció a entrar al clan. De haber sido él, nunca me hubiera unido por gusto. Mi motivo para trabajar para Derek, era mi familia.

Esperaba con ansias cumplir los veintiún años y dejar de servirle. Porque al cumplir la mayoría de edad, dejaba de estar atada a la policía de L.A. 

De todo esto aprendí algo, los policías parecen ser solidarios, pero siempre te pedirán algo a cambio. Así es Derek, cuando mi familia estaba en la bancarrota nos “ayudo” dándole un empleo a mi padre y dándole un poco de dinero. Al morir él, la deuda siguió. Apenas cumplí catorce años, cuando todo eso paso. Le era muy útil a Derek, ya que nadie podría desconfiar de una niñita como yo.

Ayudaba cuando se tenía que salvar a las personas secuestradas, observar a sospechosos, investigar, entre otras cosas. Me había vuelto su mina de oro.

—Gracias por esperar.

La habitación queda en silencio total cuando Derek se posa frente a nosotros con un folder en la mano. Su cabello castaño oscuro y largo, descansa sobre sus hombros, dándole un aspecto juvenil, aunque ese tipo me dobla la edad. Seguía dejando crecer su barba, para darle un aspecto más sombrío a su personalidad. 

De la nada, muestra una sonrisa de lado, entrecerrando sus ojos.

—¿Por qué esas caras chicos?—pregunta haciéndose el interesado.
—Sabes perfectamente porque Derek—responde la chica de nombre Amy. Una joven de larga cabellera negra, y ojos cafés.
—Realmente no lo sé querida. Cuéntame lo que te molesta—se cruza de brazos, una acción que interpreto como aburrimiento.
—¡Estamos cansados Derek! ¡No nos dejas ni respirar!
—Siempre les doy tiempo libre.
—¡Pero siempre surge una nueva misión! ¡Estoy harta!—reclama la chica, señalándolo con el dedo índice.

zack efron y __Donde viven las historias. Descúbrelo ahora