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Nota: Las "..." son los pensamientos de Levi.

Después de nadar por mucho tiempo, Hange pudo apreciar la orilla del río. Después de asegurarse que estaba a salvo, viendo a ambos lados, decidió avanzar y dejar el cuerpo de su moribundo amigo ahí.

La lanza relámpago le hizo varios daños; Su cara tenía varias cicatrices, pero la que más resaltaba era la que atravesaba gran parte de su cara, desde su ojo derecho hasta su mentón. Tenía trozos de su espada en la cara y le hacían falta dos dedos, eso sin contar las heridas internas con las que probablemente contaba luego de ser inyectado a tal distancia.

Minutos antes cuando lo tomó en sus brazos y escuchó un pequeño quejido proveniente de él, actuó tan rápido como pudo para poder salvarlo. Así que, sin pensarlo dos veces, se lanzó al río apenas tuvo oportunidad. Ya había perdido dos hombres importantes en su vida y no deseaba volver a pasar por lo mismo. No quería estar sola.

A pesar de su acción veloz, no pudo evitar salir herida. Cuando se lanzó al río una bala logro lastimar su brazo derecho, haciéndola perder sangre, pero a pesar de ello, siguió nadando hasta encontrar un lugar seguro para ayudar a su amigo.

Cuando estuvo en tierra firme, revisó su brazo. Notando que la herida no era tan grave, dirigió su mirada llena de tristeza al cuerpo mal herido.

—Levi... —pronunció en un suave susurro.

¿Quién iba a pensar que él, el cual tuvo uno de los pasados más tristes, que siempre veló por sus subordinados y seres queridos iba a terminar de esa manera?

—Tú no por favor.

Acercó su mano a su nariz y notó su respiración irregular. Sus cicatrices se veían más notorias por la sangre desvanecida, gracias al agua.

—Levi, tú no puedes morir. Por favor, reacciona —Suplicó.

No sabía qué hacer, no sabía dónde estaba, no había nadie en los alrededores, no tenía sus implementos para ayudarlo. Ella, al igual que su esperanza, estaba perdida.

—Levi, tenemos que detener a Eren. Nadie sabe lo que planea y puede que todos estemos en peligro —dijo colocando ahora su mano en su pecho—. Muchos de nuestros soldados se revelaron por culpa de Eren y sus ideales.

Él no emitió sonido alguno. Escuchaba las palabras de su compañera, pero no podía hacer nada para darle a entender que lo hacía. Su cuerpo dolía y le costaba mucho respirar.

—Ya perdí a Moblit y a Erwin, no quiero perderte a ti y mucho menos ahora que esto se está saliendo de control —sus ojos se llenaron de lágrimas.

Al escuchar el nombre de su más fiel amigo y confidente, sintió algo removerse dentro de sí. Intentó mover su mano, no lo logró. Intentó mover uno de sus dedos, lo logró.

Hange al notar el ligero movimiento, sintió que su esperanza poco a poco regresaba.

—Erwin, debes cumplir la promesa que le hiciste, ¿La recuerdas? Debes deshacerte del titán bestia —mencionó, colocando su mano sobre la de él—. No sé, pero tengo una corazonada de que él sigue vivo y se reunirá con Eren. Temo por lo que harán esos dos.

"¿vivo?" —pensó Levi — "No..."

—Ahora mismo los demás están encarcelados por culpa Eren, incluso ella.

𝒜𝓃ℴ𝓉𝒽ℯ𝓇 ℒ𝒾𝒻ℯDonde viven las historias. Descúbrelo ahora