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—¿Así que Minho está soltero?

—Félix, te estoy contando que casi abusa de mí, ¿Y lo único que te importa es si está soltero?

—Jisung. Llevas más de dos años soltero, es momento de que estés en una relación estable. Aparte Minho no es feo, tampoco un bruto como tu ex ni mucho menos un estúpido como el maestro que te coqueteaba.

—Ugh, ni me lo recuerdes. Y para tu información: Minho si es un idiota.

Me levanté de la silla del comedor y fui a mi salón. Planeaba saltarme el resto de las clases, no ir a educación física, inglés y dibujo no le afectaría en nada.

Justo cuando agarraba su mochila, escuchó que la puerta se cerraba y alguien ponía seguro a esta.

—¿Se va a retirar, joven Han?— Ese maldito maestro...

Desde hace un año, el maestro de dibujo le hacía la vida imposible, dándole insinuaciones, era horrible, y el sólo pensar que tenía por lo menos cincuenta años, lo hacía aún peor.

—No se acerque a mi, por favor— Pedí amablemente, tratando de ganar tiempo para llamar al primer contacto que encontrara.

Demonios, mi primer contacto era Lee Minho.

Le mandé un mensaje diciendo "ayuda". Era él o Félix, pero él era demasiado miedoso como para eso.

—Vamos, sólo una vez y no tendrás que volver a esta clase jamás. Es un buen trato.

—No, aléjese de mí...

Empezaba a entrar en pánico, justamente hoy, ni uno de mis malditos cincuenta compañeros de clase entraba por esa maldita puerta. Y para el colmo, Minho ni siquiera veía el mensaje que le había mandado.

Oculté mi celular cuando me tomó por la cintura y me atrajo hacia sí mismo, podía sentir su erección.

Quería vomitar.

Alguien tocó la puerta, lo vi como mi oportunidad para escaparme hasta ue me susurró "Dices algo, y voy a encargarme de que te expulsen de esta escuela y te quiten toda oportunidad de sobresalir". Sabía que ese maldito viejo podía cumplir su cometido.

Volvieron a tocar.

El seguía recorriendo con sus manos mi cuerpo, quería llorar. Estaba llorando. Quería que todo fuera mentira, que me soltara y no volviera a acercarse a mí.

Tapé mis oídos cuando empezó a hablarme con esas palabras obscenas que tanto había odiado desde siempre, por lo que no me había dado cuenta de que alguien había golpeado la puerta hasta derribarla, haciendo al profesor soltarme de inmediato, luego de eso me dí la libertad de voltear a ver lo que ocurría.

Minho había llegado a salvarme.




U n d e r w e a r    [MinSung] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora